El Gobierno tiene previsto aprobar en julio el decreto, que será de aplicación inmediata, para incentivar el retorno de los inmigrantes en paro que quieren volver a su país. Trabajo pretende aplicar la fórmula, heterodoxa para los expertos, de ofrecerles "la acumulación de las prestaciones que esas personas han generado en su actividad laboral", según confirmó ayer en el Congreso el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.

El Gobierno sabe que el cobro de las prestaciones del paro de una vez es injusta con los trabajadores nacionales que no pueden capitalizar más que el 40% en metálico. Por tanto, Trabajo está buscando "una forma creativa para dar estas prestaciones sin que sea una capitalización del 100% del derecho y para impedir que una vez cobrado este incentivo retornen a España", dijeron fuentes del departamento.

LAS PROPUESTAS Entre las medidas que planteó Corbacho se encuentra el endurecimiento de las sanciones a empresarios que contraten extranjeros sin papeles o que Cataluña y Andalucía puedan dar los permisos de trabajo a los inmigrantes, como contemplan sus estatutos.

Pese a la desaceleración eco- nómica, el ministro anunció que en mayo aumentará la afiliación al Seguro en unas 50.000 personas hasta llegar a los 19,4 millones de cotizantes (2,71 afiliados por cada pensionista).

Aunque el dato es positivo, el objetivo "prioritario" de Corbacho será superar la fase de crisis con el plan de choque de recolocación de parados y otras medidas aprobadas por el Gobierno. Pero su estrategia a medio plazo es retomar las metas fijadas antes de la crisis, en especial, la reducción de la temporalidad de los contratos, la reforma de los servicios públicos de empleo, la mejora del salario mínimo y el desarrollo del Estatuto del Autónomo. Por primera vez, Trabajo negociará estos cambios en paralelo con los agentes sociales y con las autonomías.