La Dirección General de Trabajo exige a cada uno de los 474 prejubilados de Sintel los 6.000 euros pagados por el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) que habían acordado aportar para financiar su prejubilación. El problema es que estos 2,85 millones de euros están depositados en las cuentas de la Asociación para la Colaboración con los Trabajadores de Sintel y su líder, Adolfo Jiménez, se ha negado a entregarlos.

Desde el 2002, Trabajo ha realizado tres reclamaciones en las que recuerda que, tras los acuerdos alcanzados en el 2001, el ingreso de esta cantidad del Fogasa era imprescindible si querían recibir el 100% de las aportaciones comprometidas por Trabajo para cubrir su prejubilación.

El sindicato CCOO asegura que, según testimonios de extrabajadores de Sintel, estos 2,85 millones han servido para financiar la puesta en marcha de Sintratel, una empresa creada por Jiménez que opera en el mercado de las telecomunicaciones.