La trama de 32 empresarios detenidos la pasada semana en Barcelona en el marco de la denominada operación Génesis, que ha llevado a prisión a trece de ellos, habría defraudado unos 25 millones de euros a la Hacienda pública. En la intervención, que se produjo el pasado 15 de diciembre, los agentes registraron unas 80 empresas de toda la provincia.

La policía autonómica y la Agencia Tributaria investigaba desde el 2008 una sofisticada trama de una treintena de empresas --de las que algunas eran reales y otras, no-- que ofrecían facturas falsas a una docena de compañías para que pudieran desgravar en sus declaraciones a Hacienda.

Red piramidal

La complejidad de esta red piramidal era tal que incluso había una serie de empresas intermediarias que servían para elevar el precio de las facturas y dificultar el rastreo del auténtico origen de la actividad fraudulenta. Estas empresas intermediarias estaban formadas por indigentes, enfermos terminales y personas que sufren dolencias degenerativas.El total de facturas falsas emitidas tenía un valor de 60 millones de euros, que permitieron a la docena de empresas beneficiadas desgravar unos 25 millones de euros.