En la actual crisis financiera se están viendo cosas tan raras como que un presidente de un banco central anuncie una rebaja de tipos de interés con 10 días de antelación. Todo sea por aliviar cuanto antes a los mercados financieros y por dinamizar una economía en riesgo de recesión. Es lo que hizo ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, quien anunció en Madrid que "es muy posible" que la institución que preside aplique un nuevo recorte del precio oficial del dinero en su reunión del 6 de noviembre gracias a que se han reducido los riesgos de inflación a medio plazo. "No es del todo seguro", dijo, y no quiso precisar de cuánto será la rebaja, aunque los mercados apuestan por un recorte de entre 0,25 y 0,50 puntos.

El precio oficial del dinero en la zona euro se sitúa en el 3,75%, después de que el 8 de octubre el BCE sorprendiera con una rebaja de medio punto en una acción coordinada entre los siete principales bancos centrales del mundo. La Reserva Federal de EEUU situó los tipos en el 1,5%. Ayer cundía el rumor sobre otra posible acción concertada de los bancos centrales para bajar tipos esta semana (sin esperar al 6 de noviembre, en el caso del BCE).

RIESGO DE RECESION Trichet, que participó en un almuerzo organizado por KPMG y Europa Press, reconoció ayer que las previsiones de crecimiento en la zona euro a medio plazo "no ofrecen un panorama muy positivo", y dijo que el BCE espera un periodo de turbulencias financieras "absolutamente intenso". Ayer, de hecho, se acentuaron los pronósticos sobre una severa recesión en Alemania.

Pero la corrección del precio del petróleo, de las materias primas y la desaceleración empiezan a dar un respiro a la inflación. La previsión del BCE es que la subida de los precios de la zona euro en el 2009 se situará en el 2%, cumpliendo el objetivo de su política monetaria.

Con este panorama, sería un remilgo escatimar el anuncio de una decisión --el recorte de tipos-- que casi todo el mundo espera. El anticipo tuvo efecto balsámico en las bolsas, que corrigieron parte de sus pérdidas. El Ibex 35, que llegó a caer más del 6%, perdió al final el 4,11%. El euro bajó a 1,2518 dólares, lejos del récord de 1,6038 dólares de mediados de julio.

En España, las organizaciones de consumidores calificaron la rebaja de "buena noticia" y, aunque saben que tardará tiempo en trasladarse a las hipotecas, coincidieron en que lo importante es el cambio de tendencia. "No parece que vaya a haber más subidas. Y eso da confianza al consumidor", afirmó la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu.

Lo importante es que el euríbor replique ahora la rebaja del precio oficial del dinero. Desde que estallaron las tensiones financieras, en agosto del 2007, las entidades empezaron a desconfiar unas de otras y el euríbor empezó a ir por libre y a despegarse del precio oficial. Ahora, por ejemplo, el precio oficial del dinero es del 3,75%, y el euríbor a un año está por encima del 5% (ayer bajó al 5,020%).

Desde que el 8 de octubre el BCE bajó el tipo oficial en medio punto, el euríbor lo ha hecho casi otro tanto, pero aún es 1,25 puntos superior (la brecha normal era de 0,50 puntos), porque la desconfianza entre entidades sigue alta. "Quienes hacen el euríbor son los bancos comerciales, ellos los que tienen la respuesta", dijo Trichet, que apeló por dos veces a "los bancos comerciales" para que se den cuenta del enorme alcance de las medidas de apoyo adoptadas por el BCE y por los gobiernos y para que esa mayor confianza se traslade al euríbor.