Los bancos centrales de los países más industrializados (G-10) consideran que el crecimiento económico global es "robusto" y que la retirada de las medidas extraordinarias para afrontar la crisis no tiene por qué significar una subida de los tipos de interés.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE) y portavoz del G-10, Jean-Claude Trichet, afirmó ayer que "un gran número de bancos centrales" están retirando las medidas no convencionales, ya que "los mercados financieros mejoran". Tras una reunión de los gobernadores de los bancos centrales del G-10 en la ciudad suiza de Basilea, Trichet hizo hincapié en que es importante que la retirada de los apoyos extraordinarios, como la inyección de liquidez ilimitada, se produzca "sin una sobreinterpretación en los mercados financieros en términos de cambios de la política monetaria".

Por su parte, el servicio de estudios de La Caixa plantea en su último informe mensual que el BCE podría empezar a "normalizar" la política monetaria, aunque "de forma ordenada". El mismo estudio advierte de que un alza prematura de los tipos de interés en la zona euro "podría afectar a la recuperación de los países más retrasados". Pese a ello, asegura que el BCE podría empezar a subir el precio del dinero antes de acabar el año para evitar un despegue de la inflación.