El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, destacó ayer las reducidas presiones inflacionistas existentes en la economía pero advirtió de que, tras unos meses en tasas negativas, el índice de precios de consumo volverá a ser positivo en el futuro próximo, aunque se mantendrá en tasas moderadas.

Trichet matizó unas declaraciones suyas realizadas unos días atrás y advirtió de que resulta "prematuro" dar por finalizada la crisis, tras señalar que la economía de la zona euro va a experimentar en los próximos meses una "recuperación muy gradual". Tras la caída libre sufrida en los últimos meses del 2008 y principios del 2009, la economía de los países del euro "muestra algunos síntomas de estabilización", aunque recalcó que subsiste todavía una "gran incertidumbre".

Entre los factores que condicionarán la evolución, citó el efecto de los planes de reactivación, la evolución de la confianza de los consumidores, del comercio internacional, la situación financiera y de los precios de las materias primas. Trichet añadió que habrá que suprimir los planes de estímulo cuando la situación mejore.