El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha advertido este lunes de que es "imperioso" que se apliquen de forma inmediata las medidas de ajuste adoptadas en la cumbre europea del pasado 21 de julio.

Trichet ha reclamado que los países de la zona euro se doten de un mecanismo para los países que no cumplan con las reglas de contención del déficit. A juicio del dirigente francés, las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis de deuda en algunos países de la zona euro se deben "aplicar de la manera más rigurosa". "El periodo presente es extremadamente exigente y reclama que las entidades nacionales y europeas (...) estén a la altura de sus responsabilidades", ha subrayado en un debate celebrado en París sobre los desafíos financieros tras la quiebra, hace tres años, de Lehman Brothers.

En su discurso, Trichet ha considerado problemático que las reformas estructurales pendientes, que a su juicio tendrán "un gran impacto en la creación de empleo y en el crecimiento", no se hayan puesto en marcha. En este sentido, ha destacado que la no aplicación de estas reformas está detrás de las grandes diferencias de productividad en el interior de la Unión Europea.

El máximo responsable del organismo regulador ha recordado que los gobiernos están terminando de discutir la reforma del pacto de estabilidad y ha explicado que la posición del BCE es que se incorpore "el mayor grado de automatismo" para hacer frente al incumplimiento de las reglas. "Estamos del lado del Parlamento" Europeo en lo que se refiere "al refuerzo de la prevención", añadió antes de felicitarse de que se haya creado "un segundo pilar" de vigilancia de las políticas macroeconómicas y presupuestarias de los países de la moneda única. "En los próximos años, todo va a depender del espíritu con que se apliquen esos textos" y es necesario que se haga "con la mayor seriedad posible", ha insistido.

Trichet ha defendido la validez del euro y ha asegurado que la crisis ha sido, en este aspecto, "útil y reveladora" ya que ha dejado claro, a su juicio, que "la gobernanza en la zona euro era totalmente esencial". "No hay ninguna ambigüedad sobre este punto" y hay "consenso" para reforzar el pacto de estabilidad, ha remachado.

A largo plazo, se ha mostrado convencido de que "los pueblos europeos se dotarán de una confederación" con un "gobierno" y un "ministro de Finanzas confederal" que, entre otras cosas "podría imponer una decisión a tal o cual país" que eludiera las obligaciones o recomendaciones. Ese ministro, ha añadido Trichet, sería el que negociaría en nombre de los países del euro en la escena internacional.