El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que los "riesgos para la economía y por tanto para el sector financiero siguen siendo elevados en tanto España continúa desarrollando un difícil proceso de corrección de sus grandes desequilibrios previos a la crisis". Pese a la mejora del sentimiento del mercado hacia el país y de la prima de riesgo, ha apuntado, son necesarias nuevas medidas a nivel europeo y español.

El organismo ha incluido este análisis dentro de sus valoraciones preliminares sobre la situación de la banca española tras su reciente visita junto con el resto de la troika (Banco Central Europeo y Comisión Europea) para supervisar el desarrollo de las medidas impuestas a España a cambio del rescate europeo para el sistema financiero. La institución, así, ha reclamado a las autoridades españolas que continúen con su "seguimiento proactivo de la salud del sector financiero, acompañado con una supervisión fuerte" y a la Unión Europea que avance en la Unión Bancaria.

El organismo dirigido por Christine Lagarde, en este sentido, ha valorado positivamente el nuevo tratamiento a los créditos refinanciados que ha impuesto el Banco de España a la banca y que según estimaciones provisionales obligará a las entidades a hacer provisiones por valor de unos 10.000 millones de euros. "Una aplicación rigurosa de estos criterios debería ayudar a asegurar un adecuado nivel de provisiones para absorber pérdidas", ha sostenido en su comunicado.

MEDIDAS PENDIENTES

El FMI, además, pide a las autoridades que las medidas para mejorar el capital de las entidades no contribuyan a "exacerbar las ya estrictas condiciones de crédito". Asimismo, subraya que la situación financiera también mejorará cuando se pongan en marcha otras medidas impuestas a España, como la asunción de pérdidas por los dueños de preferentes de la banca pública, los cambios previstos en los procedimientos supervisores del Banco de España y la reforma de las cajas para incentivar que pierdan el control de sus bancos.

La valoración del organismo sobre el cumplimiento de las reformas a que se condicionó el rescate bancario es, en cualquier caso, positiva. El FMI sostiene que la inmensa mayoría de las medidas se han puesto en marcha en los plazos previstos y valora particularmente la mejora del capital y la solvencia del sector que ha permitido la recapitalización de algunas entidades y el traspaso de sus activos inmobiliarios a la Sareb.