El sector turístico español, como reconocen las propias empresas, padece unos problemas de fondo que van más allá de los impactos puntuales de la crisis. Buena prueba de ello es su evolución durante el año pasado, en el que se registraron 880 millones de movimientos de viajeros entre países en todo el mundo, el 4,3% menos que en el 2008. El retroceso en el país fue de más del doble: 8,7%, hasta los 52 millones de entradas.

Este peor registro demuestra el agotamiento por saturación del modelo de sol y playa. Así, mientras el litoral Mediterráneo y las islas perdieron el 10,7% de visitantes extranjeros, el conjunto de países de la Europa mediterránea cedió el 4,7%. Otros competidores, como Marruecos y Turquía, lograron crecimientos del 7% y el 2%, respectivamente.

Son destinos más baratos, algo en lo que España ya no puede competir, pero ese no es el principal problema. Taleb Rifai, secretario general de la Organización Mundial del Turismo, advirtió ayer contra otros males mayores: el "exceso de oferta" y la dependencia de dos mercados emisores, el británico y el alemán, que este año se han visto afectados por la crisis y por la caída de la libra frente al euro.

OPTIMISMO El responsable de la agencia de la ONU se declaró "muy optimista" después de que los movimientos internacionales de turistas crecieran el 2% el cuarto trimestre. El 62% de los 3.000 expertos consultados por la institución creen que el turismo mejorará. Para el 2010, la organización prevé un crecimiento anual de los viajes internacionales de entre el 3% y el 4%, que será menor en Europa.

España, sin embargo, llega tarde a esa recuperación. En el último trimestre, y al contrario que en el conjunto del mundo, las llegadas de extranjeros continuaron cayendo (el 3,4%). La alianza empresarial Exceltur auguró un crecimiento "testimonial" del 0,1% en el 2010.

Para el sector, el 2009 ha sido un "año para olvidar". El PIB turístico ha caído, según sus estimaciones, el 5,6%, 6.380 millones de euros menos de actividad. La caída es algo superior a la contracción del 3,7% prevista por el consenso de los analistas para el total de la economía. Para este año, la alianza prevé una caída del 0,9% en el sector, menor a la del 2009 por la recuperación económica, pero superior a la del 0,5% de la economía, con lo que serán ya 10 años creciendo menos que el conjunto.

El 88,4% de las empresas turísticas dicen haber reducido sus ingresos este año. Ante la caída de demanda, las compañías se han enfrascado en una "guerra de precios", que ha llevado al 91% de ellas a recortarlos. Pese a la reducción de costes, el 84,5% han reducido su beneficio. El sector ha destruido 51.000 empleos. Así las cosas, las empresas han protagonizado cierres y fusiones, que Exceltur prevé que continúen durante este ejercicio. Solo Renfe, las grandes firmas de alquiler de coches y las estaciones de esquí se han salvado gracias al turismo nacional.

España es "un líder que necesita reinventarse", dijo ayer José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, quien pidió que "las administraciones, lideradas por el Gobierno central", trabajen con las firmas turísticas para "recuperar el tiempo perdido".