Los datos de 300 clientes estadounidenses del banco suizo UBS fueron enviados a las autoridades de Washington el miércoles, según confirmó ayer el portavoz de la Autoridad de Vigilancia de los Mercados Financieros de Suiza.

Este organismo autorizó al banco a dar los nombres de 300 personas a las que ayudó a defraudar al fisco de su país, por lo que también pagará una multa de 780 millones de dólares. La decisión --que supone una "excepción" a la legislación que rige el secreto bancario en Suiza-- debe permitir que el banco mantenga en reserva los nombres de otros 19.000 titulares de cuentas que también le fueron reclamados por un juez del Florida.

La entrega de los datos se hizo el miércoles y, por tanto, no hubo interferencia alguna de la decisión del Tribunal Administrativo Federal (TAF) que el viernes decidió prohibir a título provisional la transmisión de informaciones de ocho clientes del banco suizo UBS.