Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) viajan hoy a Bruselas para debatir el paquete de rescate a Irlanda. Dada la gravedad y la urgencia de la situación y la inestabilidad en la zona euro, lo que iba a ser una videoconferencia se ha transformado en una reunión formal con todos los representantes del Ecofin en la capital comunitaria. En la cita se deberá fijar y aprobar el montante de la ayuda que recibirá Irlanda --unos 85.000 millones de euros-- y las condiciones del préstamo que se comprometen a cumplir las autoridades en Dublín.

Anoche, en la capital irlandesa seguían las negociaciones contra reloj entre representantes del Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Gobierno de Brian Cowen para cerrar definitivamente el paquete, antes de que mañana abran las bolsas. "Tiene que haber algún tipo de claridad en nuestro pacto antes del lunes, porque estamos viendo una gran incertidumbre en los mercados, que está afectando al nuestro y a otros países", confirmó ayer el secretario de comunicación, Eamon Ryan.

Poco o nada se ha filtrado de la marcha de las discusiones. Ryan calificó de "incorrectas" las informaciones que indican que el interés del préstamo será de un 6,7%, pero no negó que vaya a superar el 5% fijado para Grecia. En Irlanda, el plazo de devolución podría ser de nueve años, en lugar del de tres que se estableció para los griegos.

Unas 50.000 personas se manifestaron ayer en Dublín contra el plan de austeridad del Gobierno para ahorrar 15.000 millones de euros en los próximos cuatro años.

También en Roma miles de trabajadores se manifestaron ayer para protestar contra la política económica del Gobierno de Silvio Berlusconi y sus planes de ajuste, en la que amenazaron con la convocatoria de una nueva huelga general si el Ejecutivo no responde a sus demandas.