La Unión Europea afronta a partir de este jueves un "periodo crítico" de nueve días, antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del próximo 9 de diciembre, en los que debe concluir su respuesta a la crisis de la deuda y en los que se intensifica el debate sobre un mayor papel del Banco Central Europeo (BCE), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y posibles cambios en los tratados de la Unión. En este contexto, se espera con expectación el discurso que esta tarde pronunciará el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, en el que abordará las claves del futuro de Europa.

"Entramos ahora en el periodo crítico para completar y concluir la respuesta de la UE a la crisis", ha subrayado el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn. Esta visión es compartida por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que ha recalcado que la cumbre del día 9 tiene una "gran importancia" para el futuro de la eurozona y la UE, y ha anunciado que la cancillera alemana, Angela Merkel, y Sarkozy se reunirán pronto para cerrar la propuesta bilateral que llevarán a la cumbre.

Más presión sobre Italia y España

También el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, está llevando a cabo intensas consultas para concluir el informe preliminar que presentará en la cumbre y en el que debe detallar los pasos que ha de dar la eurozona para fortalecer la convergencia económica, reforzar la disciplina fiscal y profundizar la unión económica, si es necesario con cambios limitados de los tratados de la UE.

En esta fase también aumenta la presión sobre los países sometidos a una gran tensión en los mercados, como España, Italia o Bélgica, y los rescatados, sobre todo Grecia, para que acepten medidas que podrían perjudicarles, como los controles extremadamente duros de los presupuestos nacionales que la Comisión Europea y países como Alemania quieren introducir con las pertinentes sanciones en caso de incumplimiento, incluido un rescate forzado.

El diagnóstico de Sarkozy

En el marco de estos intensos contactos diplomáticos en la eurozona, Sarkozy pronunciará este jueves en Toulon, en el sureste de Francia, "un gran discurso" sobre el futuro de Europa. El 25 de septiembre del 2008, el presidente francés ya escogió esta ciudad para advertir de la gravedad de la crisis financiera causada por la quiebra del banco estadounidense Lehmann Brothers y para denunciar las "derivas" del capitalismo financiero.

A cinco meses de las elecciones presidenciales francesas, Sarkozy vuelve al mismo escenario para pronunciar su diagnóstico sobre las "consecuencias que Francia y Europa deben extraer de la crisis".