El PIB español crecerá este año el 3,8%, según las nuevas previsiones de la Comisión Europea, pero se desacelerará considerablemente el año que viene, hasta el 3%, debido al enfriamiento del consumo privado y a la contracción de la inversión en vivienda.

El Ejecutivo de la UE ha revisado en una décima al alza su previsión de crecimiento para este año respecto a sus cálculos anteriores, pero también ha aplicado un severo recorte, de cuatro décimas, a la de 2008. Para 2009, Bruselas augura una desaceleración adicional, hasta un aumento del PIB del 2,3%. La Comisión incide en que los factores que han contribuido los últimos años a la expansión del sector inmobiliario comienzan a difuminarse y, así, augura más dificultades para el acceso al crédito y cierta moderación del efecto riqueza asociado a la vivienda.

Según el Ejecutivo de la UE, la creación de empleo continuará fuerte este año (avance del 3% anual), pero también perderá fuelle los próximos ejercicios, lo que provocará un repunte de la tasa de paro, hasta el 8,5% en 2008 y más del 9% en 2009. También empeoran las previsiones de inflación, que bajará en 2007 hasta cerca del 2,5%, pero subirá el próximo ejercicio empujada por el encarecimiento del crudo.

Bruselas incide en que el consumo ya comenzará a reflejar este año el endurecimiento de las condiciones de crédito, en tanto que el ritmo de avance de la inversión en construcción residencial se reducirá a la mitad, aunque será compensado por la fuerte aceleración de la inversión en equipo. Las exportaciones crecerán en torno al 4,5%, por debajo del avance de las importaciones, que rondará el 6,5%, pero disminuirá la contribución negativa del sector exterior, hasta menos de un punto porcentual. En 2008, el consumo continuará moderándose y la inversión en vivienda comenzará a caer, aunque el total de la inversión seguirá en positivo, gracias al impulso del componente de equipo y de las infraestructuras. El Ejecutivo comunitario cree que el sector de la vivienda evoluciona "hacia un equilibrio más coherente con la previsión de creación de hogares".

Respecto al consumo privado, Bruselas atribuye su prevista moderación a la menor expansión del empleo, que acarreará una desaceleración de la renta disponible de las familias, y al aumento de las obligaciones de pago de la mayoría de los hogares, debido a la subida de los tipos de interés. A ello se une, reitera, el previsible endurecimiento de los requisitos para la concesión de nuevos créditos, debido a la incertidumbre que reina en los mercados financieros.

El año próximo las exportaciones seguirán creciendo en torno al 4,5% anual, pero sin mejora de la competitividad, y las importaciones se moderarán ligeramente (avance cercano al 5,2%), con lo que seguirá cayendo la contribución del sector exterior al PIB, hasta 0,5 puntos. Según la Comisión, la actividad en España se contraerá aún más en 2009, cuando el PIB crecerá el 2,3% (todavía por encima del avance previsto en la eurozona, del 2,1%).

Bruselas espera que en 2009 el gasto privado siga su senda de desaceleración, lo que se unirá a las peores expectativas de empleo, vinculadas, a su vez, a la contracción de la vivienda. La demanda interna seguirá, en cualquier caso, sosteniendo el crecimiento, en tanto que la aportación del sector exterior será prácticamente neutral (-0,1 puntos). No obstante, el déficit comercial seguirá en tasas muy elevadas los próximos años, en torno al 8,5% del PIB y también el déficit corriente seguirá creciendo, hasta rozar al final de 2009 el 10% del PIB.

La Comisión deja claro que el escenario de desaceleración de la economía española puede ser incluso peor si tiene lugar una corrección más brusca del sector de la construcción -lo que tendría consecuencias en el empleo y el consumo-, empeoran las condiciones en los mercados financieros o si se agrava la situación por el endeudamiento de las familias o los desequilibrios exteriores.