La Unión Europea (UE) se ha comprometido a reducir durante esta década las actuales desigualdades laborales y sociales que siguen perjudicando a la mujer mediante un pacto europeo para la igualdad de género (2011-2020).

El documento, adoptado por unanimidad por los Veintisiete en el Consejo de Ministros de Empleo y Asuntos Sociales europeo, establece una serie de orientaciones para aplicar en el ámbito nacional para reducir las desigualdades laborales y combatir la violencia contra las mujeres.

Uno de los compromisos es lograr a nivel laboral que acaben las desigualdades salariales entre hombres y mujeres y se asegure "un salario igual por un trabajo igual" y se combata de forma efectiva toda forma de discriminación.

El pacto señala que los gobiernos nacionales se aseguraran de eliminar los estereotipos de género y de promover la igualdad a todos los niveles de la educación, de la formación y del mercado laboral. Los gobiernos también se comprometen a promover la participación igualitaria de la mujer en la toma de decisiones en todos los niveles y ámbitos.

Para prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres, el pacto pide que se refuerce el nivel de protección de las víctimas y de las víctimas potenciales y que se enfatice el papel de los hombres y los adolescentes en el proceso de erradicación de la violencia de género.