Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro estudiarán el próximo martes la crisis de la deuda irlandesa y sus repercusiones durante la reunión ya programada del Eurogrupo, según confirmaron ayer fuentes comunitarias. La UE confía que, tras el comunicado conjunto del viernes de los cinco grandes países europeos, los mercados financieros inicien la semana de forma más serena y se reduzcan las fuertes presiones que encarecieron durante las últimas semanas los tipos de interés de Irlanda y de otros países con elevado déficit público, como España.

Los ministros de la zona euro esperan que su homólogo irlandés, Brian Lenihan, les detalle la situación financiera del país, las medidas de saneamiento de los bancos irlandeses en crisis, las medidas de ajuste que se incluirán en el presupuesto del 2011 para rebajar rápidamente el déficit público del 32% del producto interior bruto (PIB) provocado por la crisis bancaria y la preparación del programa presupuestario plurianual para recortar el déficit público hasta la cota del 3% en el año 2014.

Ante los rumores difundidos por medios anglosajones de que las autoridades irlandesas habían iniciado contactos preliminares con la Comisión Europea para obtener ayuda financiera de la UE, el Gobierno irlandés volvió a negar haber pedido ayuda e insistió en que disponía de recursos suficientes para financiarse sin recurrir a los mercados hasta junio del 2011.

DISTANCIAS CON GRECIA La Comisión Europea también negó que Irlanda hubiera solicitado ayuda y que se hubieran iniciado contactos preparatorios en ese sentido. "La situación irlandesa no tiene nada que ver con la griega", añadieron fuentes comunitarias. Los partidos políticos irlandeses coinciden en que el país debe salir por sí solo de la crisis financiera y descartan la petición de ayuda europea, porque eso implicaría "perder la soberanía" y quedar sometidos a una tutela exterior, como le ha ocurrido a Grecia.

El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, también restó importancia a esos rumores y se declaró convencido de que Irlanda puede resolver bien por sí sola la situación. Strauss-Kahn destacó que Dublín no ha pedido ayuda financiera al FMI y que tampoco le consta que lo haya hecho a la Comisión Europea. Los problemas de Irlanda, dijo Strauss-Kahn, son consecuencia de las crisis de varios bancos nacionales y, a diferencia de Grecia, el país no ha perdido competitividad.