La Comisión Europea impuso ayer una multa global de 799,4 millones de euros a un grupo de 11 compañías aéreas por pactar a nivel mundial durante seis años los precios que aplicaban a sus clientes en materia de recargos por combustible y seguridad en el transporte de mercancías. Los acuerdos entre empresas para coordinar o fijar los precios están expresamente prohibidos por el Tratado de la Unión Europea (UE) y el derecho comunitario. Las aerolíneas sancionadas son: Air Canada, Air France-KLM, British Airways, Cathay-Pacific, Cargolux, Japan Airlines, LAN Chile, Martinair, SAS, Singapore Airlines y Qantas. Lufthansa (y su filial suiza) fueron eximidas de sanción por haber colaborado con la investigación del Ejecutivo comunitario. Lufthansa fue la primera compañía que proporcionó información a la Comisión Europea sobre el cártel.

"Es deplorable que tantas aerolíneas importantes coordinaran sus precios en detrimento de la actividad empresarial europea y los consumidores europeos" dijo el comisario de Competencia, Joaquín Almunia. "La Comisión Europea no tolerará la creación de cárteles", advirtió. "El aumento de los precios del queroseno o el incremento de los costes de seguridad tras los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York no son una excusa" para vulnerar las normas de libre competencia de la UE, destacó Almunia. "Si la Comisión Europea no hubiera intervenido, los acuerdos habrían seguido probablemente funcionando hasta hoy", aseguró el comisario.

DE 1999 AL 2006 Los miembros de cártel coordinaron diversos elementos que intervienen en la fijación de los precios desde diciembre de 1999 hasta el 14 de febrero del 2006, lo que constituye un "hecho muy grave", precisó Almunia. Los acuerdos consistieron en numerosos contactos entre las aerolíneas, a nivel bilateral y multilateral, y afectaron a vuelos desde, hacia y dentro de la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo.

Los contactos se iniciaron para pactar los recargos por combustible y posteriormente se ampliaron a los recargos de seguridad. Las compañías aéreas se pusieron en contacto entre sí para garantizar que se imponía un recargo a tanto alzado por kilogramo en todos los envíos. Los contactos sirvieron para asegurarse de que todas las compañías aplicaban esos recargos íntegramente, sin excepción, ni descuento.

Las multas individuales más elevadas correspondieron a Air France (182,9 millones de euros), KLM (127,1 millones), British Airways (104 millones), Cargolux (79,9 millones), Singapore Airlines (74,8 millones) y a la aerolínea SAS (70,1 millones).