Los líderes de la Unión Europea (UE) intentarán aprobar en la cumbre que comienza este jueves en Bruselas el nuevo marco presupuestario comunitario para el periodo 2014-2020, tras el fracaso de la pasada cumbre presupuestaria de finales de noviembre. El proyecto de compromiso que el presidente de la UE, Herman van Rompuy, pondrá encima de la mesa implica por primera vez en la historia un sustancial recorte del gasto europeo de más de 41.000 millones respecto al actual marco presupuestario 2007-2013, a pesar de la crisis, lo que limitará la capacidad de la UE para impulsar la recuperación.

"La austeridad nacional también tiene que reflejarse en el presupuesto de la UE", ha señalado Van Rompuy para justificar las exigencias de Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Suecia y Finlandia, principales contribuyentes netos. La aprobación del marco presupuestario requiere el acuerdo unánime de los Veintisiete.

El proyecto que discutirán hoy los líderes mantiene los recortes en ayudas regionales y agrícolas ya incluidos en la propuesta de noviembre y le añade nuevos recortes de unos 10.000 millones en inversiones, principalmente en grandes redes de transportes y telecomunicaciones, y otros 5.000 millones en sueldos de eurofuncionarios, en ayuda al desarrollo y en política exterior.

Fondo contra el paro juvenil

Para maquillar esos recortes, Van Rompuy ha propuesto reservar "varios miles de millones" para una iniciativa en favor del empleo juvenil y destinada a las regiones con mayor nivel de jóvenes parados. España será uno de los principales beneficiarios de esa ayuda, ya que la tasa de paro juvenil alcanza el 55,6%.

El gasto total de la UE para el conjunto del periodo 2014-2020 (incluido el fondo de desarrollo y los fondos de solidaridad intraeuropeos) se situará en unos 993.000 millones de euros, según el nuevo proyecto de Van Rompuy.

Londres pide más recortes

A pesar del sustancial recorte en términos absolutos que supone la nueva propuesta, el Reino Unido reclama aún otro recorte de unos 15.000 millones adicionales. Alemania, por su parte, ya ha advertido que nadie espere que ella asuma el coste de financiar un acuerdo. "La solución no vendrá bajo la forma de un cheque firmado por Alemania", señalaron fuentes gubernamentales.

Francia, España, Italia y los países del sur y del este consideran, por el contrario, que los recortes son excesivos. Francia e Italia estiman además que no reciben suficientes fondos de la UE dada su contribución al presupuesto comunitario.

Objetivo de España

El objetivo de España en la cumbre es mejorar su saldo neto respecto a la UE (una vez deducida su contribución), en especial en ayudas agrarias, según han reconocido fuentes diplomáticas. España considera excesivo el recorte de los gastos agrarios en la propuesta del presidente Van Rompuy, aunque ve difícil que consiga suavizarse. Los recortes adicionales propuestos en las redes de transporte también limitarán los fondos europeos para cofinanciar el corredor ferroviario mediterráneo.

El Parlamento Europeo, que tiene que ratificar el marco presupuestario, ha avisado que vetará el acuerdo si considera que el recorte es excesivo. Los principales grupos parlamentarios han criticado que se quiera imponer una austeridad excesiva a la UE y privarla de herramientas para impulsar la recuperación. La Eurocámara reclama la inclusión de una cláusula de revisión y un margen de flexibilidad.