Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro preparaban anoche en Bruselas un plan de salvamento del quebrado sector bancario irlandés, que está desestabilizando la credibilidad financiera de Irlanda en los mercados internacionales y que amenaza con arrastrar a otros países con elevado déficit público, como Portugal o España. "La Comisión Europea, el Banco Central Europea (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están trabajando para resolver el grave problema del sector bancario irlandés", anunció el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rhen, al llegar a la reunión mensual del Eurogrupo, centrada en la crisis irlandesa y sus repercusiones en el resto de países de la zona euro. "Confío en que el Eurogrupo respalde este proyecto", señaló Rehn.

Las dudas sobre la capacidad de Irlanda de hacer frente a la gravísima crisis bancaria que atraviesa el país, que ha disparado su déficit público al 32% del producto interior bruto (PIB) este año, ha desencadenado una escalada en los tipos de interés de la deuda pública de Irlanda, Grecia, Portugal y, en menor medida, España, Italia y otros países de la zona euro.

AGUJERO SIN FONDO "La deuda soberana irlandesa está bien financiada", ya que tiene recursos hasta mediados del 2011, dijo Rehn. "El problema real de Irlanda es la crisis de su sector bancario", añadió el comisario. El sobredimensionado sistema bancario irlandés, estrechamente vinculado a la burbuja inmobiliaria, se está convirtiendo en un agujero sin fondo con pérdidas multimillonarias que compromete la estabilidad financiera de toda Irlanda en su conjunto.

Ante las declaraciones alarmistas previas del presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, y el presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy, Rehn efectuó un llamamiento a mantener la calma y "la cabeza fría". "No está en cuestión la supervivencia de la zona euro", subrayó Rehn. "De lo que se trata es de un problema muy grave en el sector bancario irlandés", insistió el comisario.

A pesar de la presión de Portugal, España y otros socios comunitarios para que Irlanda acepte recurrir al fondo de rescate europeo, el ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, reiteró al empezar la reunión del Eurogrupo que su país no necesitaba recurrir a la ayuda del fondo de estabilización europeo.

Lenihan aseguró a sus socios comunitarios que el plan presupuestario plurianual que el Gobierno irlandés presentará en breve contendrá un ajuste de 15.000 millones de euros, lo que permitirá reducir el déficit público al 3% del PIB en el 2014 y devolver la confianza de los mercados en la capacidad de Irlanda para mejorar la situación.

Irlanda solo se mostró dispuesta a aceptar una ayuda internacional para resolver la profunda crisis de su sector bancario, siempre y cuando eso no implique que el país quede sometido a una estricta tutela de la UE.

SUBIDA DE IMPUESTOS La crisis de confianza en los mercados internacionales ha comenzado a ser aprovechada por los socios europeos para intensificar su presión sobre Dublín para que aumente su bajísimo impuesto sobre sociedades, que muchos consideran una competencia tributaria desleal para atraer grandes empresas a su territorio. Desde el partido Cristiano Demócrata (CDU) de la cancillera alemana, Angela Merkel, se destacó ayer que Irlanda podría reducir de forma más rápida su déficit público si aumentara el tipo del 12,5% que aplica en el impuesto sobre sociedades. El Gobierno irlandés siempre ha rechazado la posibilidad de aumentar el impuesto de sociedades.