Los casi 6.000 delegados en la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Hong Kong fueron incapaces, en los dos primeros días de reuniones, de acercar sus posiciones. Sólo un objetivo concreto recibió la bienvenida general, al menos en principio: un paquete de desarrollo con medidas que favorezcan a los 49 países definidos por la ONU como menos desarrollados.

La UE es el motor de esta iniciativa. "Si no logramos sacar adelante esto, ¿qué creerá el resto del mundo que estamos haciendo en Hong Kong esta semana?", dijo el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson.

El paquete incluye el comercio libre para productos agrícolas de los 49 países menos avanzados. Son generalmente naciones míseras, que dependen de un único producto, como el algodón, el café y el maíz. También prevé cambios radicales en los subsidios que los países ricos otorgan a sus plantaciones de algodón, y dinero para ayudar a los países más pobres a construir carreteras y puertos con los que transportar sus bienes hasta el mercado mundial. Gran parte de las ayudas económicas prometidas por EEUU, la UE y Japón para el desarrollo comercial irían a parar a estos países. Aunque en general todos apoyan la iniciativa, muchos tienen objeciones en uno u otro punto. EEUU no quiere abrir de par en par las puertas de su mercado a una lista indeterminada de productos, e insiste en que los 4.000 millones de dólares en subsidios anuales para su algodón son sagrados.

RETICENCIAS Pero son sobre todo los países pobres, pero no los más pobres, quienes presentan más reticencias al plan. Son naciones que superan, por poco, a los más pobres, pero no pueden permitirse perder sus preferencias agrícolas. Los 79 del grupo de Africa, Caribe y Pacífico (ACP) aseguraron que no firmarán un acuerdo que reduzca las preferencia que ahora tienen para la exportación de bienes.