La Unión Europea (UE) reforzó ayer su capacidad de actuación contra los ataques especulativos que sufre la deuda pública de la zona euro. El Banco Central Europeo (BCE), en primer lugar, decidió casi duplicar su capital hasta 10.760 millones de euros para disponer de un mayor margen para actuar de forma más intensa en la compra de deuda pública de los países de la zona euro en los mercados financieros cuando se produzcan ataques especulativos y depreciaciones injustificadas de la misma. Los líderes de los Veintisiete, por su parte, aprobaron las bases de un mecanismo permanente de rescate de países en apuros financieros, que entrará en vigor a mediados del 2013 y que preservará la estabilidad financiera de la zona euro a largo plazo.

La reforma del Tratado de la UE para incluir la creación de ese mecanismo permanente de estabilidad financiera y dotarlo de una base jurídica legal sólida fue el principal acuerdo de la primera jornada de la cumbre europea en Bruselas.

Los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete acordaron introducir en el artículo 136 del Tratado de la UE un párrafo adicional: "Los estados miembros cuya moneda sea el euro podrán establecer un mecanismo para salvaguardar la estabilidad de la zona euro en su conjunto. La concesión de ayuda financiera bajo ese mecanismo estará sometida a estrictas condiciones". La reforma del Tratado se aprobará formalmente en la cumbre de marzo del 2011, y el objetivo es que entre en vigor el 1 de enero del 2013.

DOBLE MENSAJE Con la ampliación de capital del BCE, su presidente, Jean-Claude Trichet, envió un doble mensaje. Primero, advirtió a los mercados financieros de que la institución se dotaba de medios suficientes para actuar de forma más activa en defensa de la deuda pública contra los ataques especulativos. Segundo, instó con ese gesto a los líderes europeos a incrementar el fondo de rescate de países hasta un nivel más elevado, que disipe cualquier duda en los mercados sobre la determinación y la capacidad de la UE de hacer frente a cualquier eventualidad.

La cancillera alemana, Angela Merkel, advirtió antes de empezar la cumbre que no consideraba que fuera necesario aumentar de momento el actual fondo temporal de rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que dispone de 750.000 millones y cuya vigencia expira a mediados del 2013. Merkel también insistió en que el mecanismo de rescate futuro, al igual que ocurre en la actualidad, solo se utilizará como "último recurso" para preservar la estabilidad de la zona euro.

El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, en su intervención en la cumbre, pidió que no se descarte la posibilidad de emitir deuda pública en común para estabilizar los mercados financieros, a pesar del rechazo frontal de esa posibilidad por parte de Berlín.