Los Veintisiete han alcanzado hoy un acuerdo político para regular por primera vez los fondos especulativos y alternativos, como los hedge funds, a quienes se responsabiliza de fomentar la especulación desenfrenada en los mercados y de ampliar los riesgos de crisis financieras por sus apuestas de alto riesgo en busca de elevados beneficios a muy corto plazo. Los fondos especulativos gestionaron el año pasado alrededor de 2 billones de euros de activos a nivel mundial, es decir, el doble del producto interior bruto (PIB) español, y han escapado hasta ahora a cualquier supervisión efectiva.

Gran Bretaña, la República Checa y Malta han dejado de oponerse frontalmente al proyecto de nueva legislación de la Unión Europea (UE) al asumir los demás estados el compromiso de tener en cuenta sus preocupaciones en las negociaciones que se iniciarán con el Parlamento Europeo a final de mes para la adopción definitiva de la nueva directiva comunitaria.

LONDRES EVITA UNA DERROTA

El nuevo Gobierno británico ha evitado con esta fórmula estrenarse en el Consejo de Ministros de la UE con una derrota formal y espera conseguir en esa negociación con la Eurocámara que los fondos especulativos extracomunitarios puedan comercializarse en el conjunto de la UE sin tener que lograr la autorización de cada estado.

Londres, que gestiona el 80% de los fondos especulativos en Europa, también ha logrado retrasar dos meses la adopción del proyecto en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE con la excusa de las recientes elecciones legislativas.

FONDOS DE TODO TIPO

La nueva normativa tiene como principal objetivo establecer una marco armonizado de control y supervisión de estos fondos para proteger a los inversores y a otros operadores y para evitar que contribuyan al estallido de nuevas crisis financieras.

La reglamentación se aplicará a los hedge funds, los fondos patrimoniales privados, los fondos inmobiliarios, los fondos de materias primas y a todos los fondos que no estén sometidos a la normativa de fondos de inversión colectiva.

EXIGENCIAS

La nueva directiva exigirá a los fondos localizados en la UE tener que obtener una autorización de las autoridades nacionales para poder operar en el mercado europeo. Los gestores de los fondos deberán respetar una serie de exigencias de solidez, gestión de riesgos y liquidez y deberán facilitar de forma regular información sobre los principales mercados e instrumentos donde operan, así como sus principales posiciones y concentraciones de riesgos.

Los fondos deberán facilitar una clara descripción de sus política de inversión, incluyendo una descripción de los tipos de activos y del nivel de apalancamiento de sus operaciones a base de créditos. Si esos fondos adquieren una participación significativa de una empresa, deberán facilitar amplia información a los demás accionistas y a los trabajadores.

El acuerdo político del Consejo de Ministros de la UE establece que los fondos basados fuera de la UE necesitarán la autorización de cada estado miembro para operar en su mercado, siempre que faciliten un mínimo de informacíon y el país de origen se comprometa a cooperar en la supervisión de riesgos.

PREOCUPACIÓN BRITÁNICA Y ESTADOUNIDENSE

Esta exigencia de tener que obtener la autorización de cada estado para que los fondos extracomunitarios puedan operan en la UE preocupa especialmente a Gran Bretaña y EEUU, desde donde se gestionan la mayoría de los hedge funds, porque esos fondos suelen estar basados en paraísos fiscales.

El Parlamento Europeo propone crear un pasaporte europeo para esos fondos extracomunitarios que les permita operar en el conjunto de la UE, pero establece unas exigencias mucho más estrictas que los ministros de Economía para obtener esa autorización. La Eurocámara también prohibe a los fondos europeos invertir en empresas u otros fondos que no cooperen en la lucha contra el blanqueo de dinero o contra la evasión fiscal, a lo que se oponen los gestores de los hedge funds.