El mercado del queso entre Suiza y la Unión Europea quedará totalmente liberalizado a partir del próximo 1 de junio. Ello permitirá a los productores comunitarios competir sin restricciones en uno de los subsectores que los suizos han mantenido más protegidos. El 80% del queso vendido el año pasado en Suiza fue de fabricación nacional.

El mercado helvético resulta interesante para los fabricantes y exportadores de queso por el nivel de consumo interno de ese producto. El año pasado alcanzó un máximo histórico de 153.075 toneladas. Esta cifra supone un consumo medio de 20 kilos por habitante al año, según datos de la Organización de Queserías Suizas (KOS).

Los productores locales de leche han expresado, a través de la patronal sectorial, su confianza en que saldrán airosos del desafío que supondrá la competencia europea. No obstante, existe un temor generalizado por la presión a la baja que se registrará en el precio de la leche.