Los gobiernos de la zona euro se preparaban ayer para asumir que el plan de salvamento financiero de Grecia requerirá al final más de 100.000 millones de euros en tres años, en lugar de los 30.000 millones pactados inicialmente para un año a los que se sumarían 15.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Gobierno griego concluyó anoche la negociación de los últimos detalles técnicos pendientes de un contundente programa plurianual de ajuste sin precedentes con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI.

Los Estados de la zona euro comenzaron a admitir ayer que el rescate financiero de Grecia requerirá más del triple de lo previsto ante los ataques coordinados contra Grecia de las agencias de calificación y los grandes fondos especuladores en los mercados internacionales.

El plan de salvamento financiero de Grecia ascenderá a una cifra comprendida entre 100.000 y 120.000 millones de euros durante un periodo de tres años, explicó la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, tras reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para analizar la crisis financiera griega y el rescate europeo. La Comisión Europea había descartado hasta ahora como puras especulaciones sin fundamento la necesidad de tener que ampliar el plan de rescate de la zona euro de los 30.000 millones iniciales a una cifra superior, pero la realidad de la grave situación griega en los mercados financieros ha acabado imponiéndose.

Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) se reunirán hoy por la tarde en Bruselas para analizar en detalle el plan de ajuste griego y confirmar que se dan las condiciones para activar el plan de rescate financiero.

Sarkozy y la cancillera alemana, Angela Merkel, hablaron por teléfono y "reafirmaron su determinación de actuar rápido" para resolver el problema griego y decidieron "continuar trabajando activamente para reforzar la estabilidad de la zona euro y la regulación de los mercados financieros".

El presidente francés celebró simultáneamente una reunión con parte de su Gobierno, en la que se estudió el préstamo bilateral que prepara Francia para Grecia. La Asamblea Nacional y el Senado deben aprobar la semana que viene con el acuerdo de todos los partidos políticos un crédito de 3.900 millones.

El programa de austeridad, que el Gobierno griego aprobará formalmente en una reunión extraordinaria que se celebrará hoy a primera hora de la mañana, implica un drástico recorte del déficit público del orden de 24.000 millones a lo largo de los próximos años para que se sitúe por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB) a finales del 2012. Actualmente, el déficit público se eleva al 13,6% del PIB.

Para cumplir ese objetivo tan ambicioso, Grecia deberá aumentar el IVA, los impuestos especiales sobre los carburantes, el tabaco y las bebidas alcohólicas y los impuestos sobre los productos de lujo (coches caros, yates, helicópteros). Asimismo, el Gobierno aprobará una reducción de los salarios de los empleados públicos, entre otros.