El sindicato UGT ha advertido hoy de que el momento actual de las negociaciones sobre la reforma de las pensiones es "crítico" y que quedan sólo "entre 10 y 15 días" para avanzar en la consecución de un acuerdo que pueda evitar nuevas movilizaciones, entre ellas, otra posible huelga general. "Estamos en tiempo de negociación, pero si no se produce un resultado positivo, entraremos en el tiempo de la movilización, en el que no descartamos nada", ha asegurado el secretario confederal de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, en declaraciones a los periodistas. Ferrer, que ha participado hoy en una jornada sobre la negociación colectiva organizada por la UGT en Barcelona, ha asegurado que "tenemos entre 10 y 15 días" para alcanzar algún acuerdo antes de que el Gobierno presente su proyecto de ley de reforma de las pensiones el próximo 28 de enero. El dirigente de UGT ha insistido en que la voluntad de las organizaciones sindicales es "apurar" la negociación como, según ha subrayado, han hecho siempre en momentos de conflictos con el Gobierno, para pasar luego, una vez se evidencia la imposibilidad del acuerdo, a la movilización. "No creemos, por tradición, en las huelgas preventivas. Nosotros apuramos las negociaciones, nos cargamos de razones y luego nos movilizamos", ha dicho, tras admitir que se está abriendo "un espacio" en la negociación, aunque sigue siendo "insuficiente". El escollo principal para un acuerdo continúa siendo la propuesta del Gobierno de retraso de la edad legal de jubilación de 65 a 67 años. En este momento de las negociaciones, Toni Ferrer ha destacado también la necesidad de poder llegar con el Gobierno y con las organizaciones patronales a un pacto global que vaya más allá de la reforma de las pensiones y que incluya también, por ejemplo, la negociación colectiva. El dirigente sindical ha asegurado también que hoy mismo propondrá a la CEOE retomar los contactos sobre la negociación colectiva. Cualquier conversación debería dejar de lado, a su juicio, cuestionar la ultractividad de los convenios colectivos o la exclusión de los nuevos contratados de estos contratos que, ha recordado, tienen rango de ley. "Tampoco encaja -ha dicho- que se pretenda que el convenio colectivo sea un bello libro del que alguno decida no mirar más que la portada o pasar de algún capítulo". Pese a admitir que la negociación con la CEOE sobre la negociación colectiva no ha avanzado al ritmo que tenía por la crisis en esta organización patronal, se ha mostrado confiado en que pueda ahora impulsarse de la mano de Joan Rosell, su nuevo presidente.