Caras largas y carpetas azules. Este era el paisaje dominante ayer por la mañana en la escuela de formación de Seat, a donde empezaron a acudir los 660 trabajadores despedidos para recibir el finiquito. María Antonia Ventura salió con dos carpetas en la mano: la suya y la de su marido. "Ha sido patético. Nos han tratado como a borregos", lamentaba esta empleada del taller de montaje número 10 de la fábrica de Martorell (Barcelona).

Ella fue uno de los 200 afectados por la lista de despidos --confeccionada con los criterios de polivalencia y productividad-- que fueron citados por la dirección de Seat a las 9 de la mañana. Entre ellos ya no estarán las mujeres embarazadas, según comunicó ayer la compañía a los sindicatos. Después de franquear el control de seguridad, formaron colas en varias mesas. En cada una de ellas, responsables del departamento de personal de Seat entregaban las carpetas. En su interior, la última nómina, que percibirán el día 17, y una hoja que deberán rellenar antes de que se acabe este mes con las dos opciones de indemnización posibles: 20 días brutos con posibilidad de reingreso o 45 días netos. El pago se realizaría el 5 de febrero.

De 20.000 a 50.000 euros

De poco consuelo sirvieron los cálculos de las indemnizaciones, entre las que predominan 20.000 euros si se escoge la opción de los 20 días con reingreso o bien alrededor de 50.000 euros si se prefiere abandonar para siempre la fábrica.

La carpeta incluye la cita con la oficina de empleo (Inem), gestionada por Seat, para tramitar la prestación de paro. "Llamé a la oficina de empleo para pedir hora y me quedé sorprendida cuando me dijeron que no me la podían dar, que ya me informaría la empresa", aseguró ayer Ventura. Ella y el que se convirtió en su marido entraron hace 17 años en Seat, donde se conocieron. Se casaron hace una década.

A su lado aparece Mari Carmen Rodríguez. Todavía está de permiso de maternidad y acudió junto a su pareja en paro y su bebé de cuatro meses. "Tendré que reclamar unos días que no me han incluido en el finiquito", se lamenta.

Los afectados se consolaban y se deseaban suerte a partir de ahora. "Te preguntas por qué me ha tocado a mí en una plantilla de más de 15.000 personas", dice una mujer que entró en la empresa hace 18 años, cuando tenía 17.

Algunos se llevaron otra sorpresa ayer. El finiquito se quedó en nada al incluir la liquidación del crédito que tenían firmado con la financiera de Volkswagen.