El comisario europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Franco Frattini, anunció ayer que a finales de enero presentará una propuesta para que la Unión Europea (UE) disponga de un sistema rápido de concesión de permisos de trabajo que le permita beneficiarse de la fuga de cerebros de los países pobres. Frattini lamentó que el 54% de los inmigrantes de Oriente Próximo y Africa del Norte con estudios universitarios residan en EEUU y Canadá, mientras que el 87% de los que no han finalizado la primaria se encuentran en Europa.

ESTABLECER UN CUPO El comisario italiano admitió que corresponde a cada país determinar el número de inmigrantes que está dispuesto a aceptar, como reclaman algunos países, aunque defendió la necesidad de un marco común.

También reclamó que los temporeros reciban permisos de trabajo multianuales para que al final de cada campaña puedan volver a sus países con la garantía de que el año siguiente trabajarán de nuevo en Europa. De esta manera, no se sentirán tentados de permanecer ilegalmente en la UE y engrosar las filas del mercado negro.

El responsable italiano también dijo que la Comisión Europea estudia flexibilizar la concesión de visados a ciertos grupos de personas procedentes de los Balcanes occidentales, como estudiantes o empresarios. Eso sí, precisó que "no se puede hablar de liberalización de visados".

Frattini presentó las líneas maestras del plan junto al comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, el checo Vladimir Spidla. Este reconoció que la inmigración es "una realidad de nuestros días" pero también "una necesidad". "No podemos elegir entre un escenario con o sin inmigración, sólo entre un fenómeno bien gestionado o en resignarnos al fatalismo", manifestó.

Spidla dijo que "la ilegalidad es un arma de destrucción masiva de los derechos sociales".