FALLO EN CONTRA

El Tribunal Supremo ha propinado esta semana un auténtico varapalo a las petroleras al considerar que los contratos de abanderamiento que tienen con titulares o gestores de estaciones de servicio no se ajustan a las normas comunitarias de la competencia. El fallo, que afecta a tres de cada cuatro gasolineras con marca de Repsol, Cepsa o BP, entiende que estas compañías fijan directa o indirectamente los precios de venta, a través de contratos de suministro en exclusiva con terceros, a quienes la ley considera operadores independientes que asumen riesgos y no meros comisionistas, como interpretan las petroleras.

COMPETENCIA LIMITADA

Al fallo del Supremo hay que sumar la sanción de 8 millones que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) impuso el año pasado a Repsol, Cepsa y BP por establecer los precios de venta en las gasolineras abanderadas propiedad o gestionadas por terceros. También la comisión Nacional de Energía (CNE) investigó estas prácticas, que han provocado numerosos pleitos entre los empresarios del sector y las petroleras desde que se desmanteló el monopolio de Campsa en los 90.

MALOS RESULTADOS

Y todo ello se produce cuando las petroleras también sufren la crisis. Repsol redujo sus beneficios en un 39%. Cepsa, la otra gran operadora con presencia en España, ganó el 49% menos. Los malos resultados se deben a la caída de la demanda.