El debate nuclear renace en Europa, con Suecia y otros países dispuestos a renovar nucleares y a abrir centrales tras el último episodio de la guerra del gas protagonizado por Rusia. Y eso se produce el año en el que vence en España la licencia de la central de Santa María de Garoña (Burgos), como sucedió con la de José Cabrera (Guadalajara), cerrada en abril del 2006.

El sector nuclear se ha visto reforzado después de que el Gobierno sueco haya revocado la decisión de hace 29 años de prohibir las nucleares. Francia --que inició el año pasado la construcción de la primera central nueva en 20 años-- apuesta por el átomo y por alargar la vida de las centrales nucleares. Y Finlandia construye un nuevo reactor, una quinta unidad en Olkiluoto, y prevé una sexta. También Francia edifica un reactor EPR y Bulgaria está levantando dos unidades.