El desplome del mercado automovilístico español no entiende de lógica y no mostró ningún respeto por el mes en el que se suelen vender más coches. Este año, solo 121.437 compradores podrán cumplir la tradición de estrenar el coche en las vacaciones. La cifra de julio pasado supone una caída del 27,5% respecto a las 167.426 matriculaciones del mismo mes del año pasado.

Hay que remontarse a julio de 1997 para encontrar unas ventas con una debilidad similar, ya que en ese mes se matricularon 125.000 vehículos. En los siete primeros meses del 2008, el mercado automovilístico se ha contraído el 19,2% al haberse vendido 180.000 coches y todoterrenos menos que en el mismo periodo del 2007.

COMPRAS DE PARTICULARES Para las organizaciones empresariales del sector, además de la evolución del resultado, es alarmante la fuerte caída de las compras de los clientes particulares, que en julio descendieron el 29,2%, y en lo que va de año acumulan un recorte del 22,2%. Las patronales no encontraron esta vez excusa alguna para explicar la débil demanda superados los efectos de calendario por el adelanto de la Semana Santa y la huelga de transportistas.

Para los todoterrenos, las matriculaciones bajaron el 36,3%, al pasar de 14.352 a 9.134 unidades en julio del 2007 y del 2008, respectivamente. En el acumulado anual el descenso es del 32,1%, con 60.260 matriculaciones en los siete meses.

Aránzazu Mur, directora de Economía de la Asociación de Fabricantes (Anfac), declaró que julio, un mes que suele ser de gran volumen, fue este año un "mal mes", con cifra de matriculaciones inferiores incluso a las de marzo o abril de este año y en línea con las de un mes de baja demanda en ejercicios normales.

La Asociación de Importadores (Aniacam) anunció ayer que prevé un 25% menos de matriculaciones este año. El presidente de Aniacam, Germán López-Madrid, advirtió de que la caída real de julio ronda el 30% descontando las automatriculaciones de algunas marcas para maquillar el resultado.