Las ventas de coches sorprendieron al sector con un descenso de un 9,6% en octubre respecto del mismo mes del año anterior. Este resultado convierte este mes en el peor octubre desde el 2000, cuando la caída fue del 11,7%. Los fabricantes y los importadores atribuyeron una parte importante del resultado a la huelga de transportistas, que demoró la entrega de un gran número de vehículos pedidos por los concesionarios.

Para la asociación de importadores de automóviles (Aniacam), la "caída brusca" se debe, en una proporción de dos tercios, al desabastecimiento causado por el paro de camiones. Esto equivale a unos 7.500 coches de la cifra de 11.442 en que descendieron las matriculaciones.