La industria de la música está sufriendo una crisis sin precedentes a manos de la piratería y de la distribución alternativa. En el 2005, las ventas en España bajaron el 5,7% y en la primera mitad de este año, el 17,9%, según los datos de Promusicae, la patronal del sector. "La caída no acaba de tocar suelo", asegura Antonio Guisasola, su presidente.

Los ingresos por sintonías para móviles (politonos y compras de canciones completas) solo representan el 2,5% de las ventas y las descargas legales de internet --el líder es iTunes, de Apple-- son aún insignificantes. Pero el futuro no está en la venta con soporte CD. Promusicae augura que el mercado tradicional reducirá su importancia a casi la mitad hasta el 2009 (desde el 94,5% de los ingresos del 2005 hasta el 57,7%). La industria confía en que la comercialización de música para móviles --el negocio más pujante-- absorba el 30,2% del mercado en el 2009. Internet acapararía entonces el 12,1%, a pesar de las, por ahora, arraigadas descargas ilegales.

CANCIONES GRATIS Universal ha cogido el toro por los cuernos y ha concebido un servicio, SpiralFrog, que ofrecerá canciones gratis por internet a partir de diciembre, con la publicidad como vía de financiación. Pero a la espera de que las ventas de música digital despeguen, las compañías cambian la estrategia y se adaptan al cierre de tiendas de discos y al arrinconamiento de álbumes en las grandes superficies, en beneficio de productos con más margen de ganancias, como los videojuegos.

Algunas productoras han bajado precios. Universal rompió el tabú, al recortarlos un 30% en EEUU hace ya tres años. Además, se imponen las compras y fusiones. La última operación es la adquisición de Vale Music por Universal el pasado mes de junio.

Las discográficas, hasta ahora meras máquinas de promoción y venta de copias, pretenden que los contratos con los artistas incorporen la explotación de negocios de los que se habían mantenido al margen, como el merchandising y los conciertos. Se trata de una forma de trabajar importada del mundo del deporte que le ha dado muy buenos resultados a Vale Music, gestor de la carrera musical de varios concursantes de Operación triunfo.

EXITOS DEL PASADO La promoción de los títulos también se ajusta a los nuevos tiempos, de modo que las televisiones se están convirtiendo en una suerte de socios. "Los anuncios se pagan parte en fijo, parte en concepto de royalties ", afirma Miquel Vilches, manager de compositores y artistas con su firma Leiber Music.

La radiofórmula cede protagonismo a las radios digitales, accesibles en internet: arrasan webs como Pandora.com, que permiten crear estaciones de radio musicales según el gusto del oyente, así como adquirir las canciones que radian en tiendas electrónicas como iTunes.

"Estamos viviendo la segunda ola de la revolución digital en la industria", asegura Mike McCready, que ayuda a las discográficas a detectar hits con su empresa Platinum Blue. "La primera ola coincidió con la irrupción de iTunes y la legalización de Napster. La segunda intenta resolver un dilema: tengo 10 millones de canciones disponibles, pero solo quiero escuchar una".

En EEUU se ha acuñado el término music intelligence. Ha nacido un grupo de firmas que, dotadas de softwares que resumen en variables matemáticas los gustos del consumidor, permiten que este llegue a escuchar títulos que nunca hubiera conocido en la radio. Según la industria, con estas tecnologías, que dan toda la libertad de elección al consumidor, proliferarán "los músicos de clase media". Habrá más igualdad de oportunidades. No volverán reinados como los de Michael Jackson o Madonna.