La industria del videojuego en España facturó el año pasado 967 millones de euros, con un 12% de aumento, pese a que su patronal se queja de que más de un 50% del negocio se lo lleva la piratería. Con estas cifras, el videojuego lideró el sector audiovisual por delante del cine (636 millones), las películas de vídeo (442 millones) o los cederrones de música (372 millones).

Para el presidente de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (Adese), Alberto González Lorca, los datos demuestran que ya no se trata de una industria de futuro, "sino una industria con un gran presente y mejor futuro". Según las previsiones de Adese, el sector facturará antes de seis años 2.000 millones de euros anuales. En el 2006 se comercializaron 2,2 millones de videoconsolas --un 10% más que en el 2006-- que demandaron el 84,3% de todos los videojuegos vendidos. El 15,7% restante lo consumió el mercado del PC. Estas cifras sitúan a España como el cuarto mercado más importante de Europa de videojuegos a pesar de que ocupe el decimoquinto lugar por desarrollos propios de este tipo de programas para el ocio. Apenas el 0,1% de los casi 1.000 millones de euros obtenidos en ventas el pasado año provienen de creaciones españolas, se lamentó González Lorca.

FUGA DE TECNICOS El presidente de Adese hizo ayer un llamamiento al Gobierno para que apruebe un marco regulador que impulse esta industria y evite la fuga de técnicos españoles a otros países. Francia o Gran Bretaña ya han aprobado leyes que prevén ayudas y desgravaciones fiscales para estas empresas.

Esta legislación también debería frenar la venta ilegal de videojuegos que la Federación Antipiratería (FAP) estima en el 48% del mercado total, pero que Adese eleva a más del 50%. El 31% de los videojuegos ilegales proviene de descargas de internet mientras que apenas el 6% es venta ambulante. El resto son copias que se distribuyen entre conocidos. González Lorca explicó que un videojuego requiere una inversión de 20 millones de euros y que su amortización debe hacerse en 18 meses. Además, de cada 100 lanzamientos solo 10 tienen éxito en el mercado.

A cambio del apoyo del Gobierno, las empresas españolas se comprometen a extender el código de autorregulación PEGI (suscrito hasta la fecha por un total de 27 países) para la protección de menores. Ya se han revisado 2.000 títulos para garantizar una catalogación por edades.

Adese ha asumido también las directrices de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial para cumplir un código ético en el uso de publicidad en los videojuegos.