En poco menos de un mes unos 6.500 millones de euros (1,08 billones de pesetas) en acciones salen a los mercados europeos. Junio va a ser un mes inusual para la salida de empresas a bolsa. Aunque tradicionalmente en los meses previos a las vacaciones suele incrementarse la actividad bursátil en toda Europa, en los últimos años de crisis financieras, las empresas con planes de acudir a los parquets prefirieron resguardar su capital.

Sin duda, ése es el caso de la última incorporación, Fadesa. La inmobiliaria gallega puso en el mercado 36 millones de acciones en mayo por 455,7 millones de euros. Pero la irrupción en el parquet se hizo casi dos años después de anunciar sus intenciones. Probitas Pharma está a punto de incorporarse al mercado español, aunque es un proyecto añejo. En el 2002, la única colocación en la bolsa española fue la de Enagás y pasó con más pena que gloria.

¿Qué ha cambiado para que las empresas vuelvan a pensar en el mercado de renta variable para su financiación? Los expertos coinciden en una palabra: "sentimiento". "El sentimiento del mercado ha cambiado y hay mucho más optimismo", afirma Francisco Salvador, director de negocio de la firma de bolsa Venture Finanzas. En este sentido, menciona el índice que mide el estado de ánimo de los inversores institucionales que elabora la consultora Investors Intelligent. En el último mes está en el momento más optimista de los últimos años.

Inversores dispuestos

Hablar de ofertas públicas de venta (OPV) de acciones significa hablar de la disponibilidad de los inversores institucionales: fondos de inversión y pensiones y aseguradoras, entre otros. Y estos están en la mejor disposición de los últimos años. Pero también hay que contar con los que salen a bolsa. "Los accionistas creen que pueden conseguir un buen precio para sus participaciones", dice un ejecutivo del área de banca de inversiones de BNP Paribas.

"De hecho --añade Jordi Falgueras, director de análisis de Gaesco Bolsa-- lo mejor de las salidas que están previstas es que son los socios financieros los que quieren abandonar la compañía, mientras que los estratégicos se mantendrán en el capital". En el caso de Gestevisión Telecinco, el primer accionista, la compañía italiana Mediaset, y el grupo editorial Vocento se mantienen en la sociedad. El banco alemán Dresdner Bank, con el 25% y el fondo de inversión holandés Ice Finance, el 10%, son los que colocan sus participaciones entre los inversores. Asimismo, en el caso de Probitas, el Santander Central Hispano (SCH), será el principal vendedor de acciones.

Los accionistas pretenden la mejor valoración de las empresas en las que participan. "Es lógico que se quiera aprovechar el momento en el que los precios pueden estar en la banda más alta", comenta Joan Maria Soler, gestor de Sabadell Banca Privada. Lo que no evita, sin embargo, que eso represente un problema a la hora de fijar el precio de salida al mercado. "Acertar con la valoración es la clave del éxito de una colocación. Hubo un momento en el que se podía sacar un valor a cualquier precio, pero ya no es posible", dicen en BNP Paribas.

Aun así, no siempre se afina en ese aspecto. Ocurrió con Fadesa, que aún hoy cotiza por debajo de los 12,4 euros a los que salió al mercado. Y también ha ocurrido con varias colocaciones que se han intentado.

Pero no sólo el precio es una forma de especular, también la distribución de los tramos puede serlo. "El hecho de que en la colocación de Tele 5 sólo se haya reservado un 13% a inversores institucionales españoles es una invitación a que se produzca sobredemanda", dice Salvador, para quien es previsible que haya oscilaciones importantes de precios los primeros días.

La vuelta del papel a los mercados abre la incógnita de si los inversores podrán absorberlo. "Hay suficiente confianza, porque están saliendo empresas de todos los sectores y los inversores cuentan con liquidez para asumir la oferta", concluye Falgueras.