Viñaoliva no va a desperdiciar nada de la uva. La cooperativa de segundo grado con sede en Almendralejo prepara una gestora de subproducto vitivinícola que aprovecharía orujos y lías. Con ellos se elaborarían aguardientes y alcoholes rectificados para los mercados de los brandys, coñac y oportos.

Miguel Castañeda, gerente de Viñaoliva, afirma que ya se ha puesto en marcha el proyecto para la fabricación de la planta, que costará 7,5 millones de euros. Las previsiones apuntan que estará en funcionamiento en la próxima campaña.

"Esta gestora de subproducto vitivinícola viene determinada por la desaparición de una de las alcoholeras de Tierra de Barros y por las nuevas características de la OCM del vino, que al estar en un mercado totalmente libre nos obliga a desarrollar todas las posibilidades de la uva", asegura Castañeda.

Además no va a consumir ningún tipo de energía eléctrica que no proceda de su propia generación.

FAMILIAS Viñaoliva es, ante todo, un grupo cooperativo donde se enmarcan miles de familias de agricultores. Gracias a su trabajo construyen una empresa que genera riqueza. Viñaoliva destaca por la producción y elaboración de productos de calidad con el orgullo de trabajar en Extremadura.

Viñaoliva, que agrupa aproximadamente 50.000 hectáreas de viñas y 20.000 hectáreas de olivos, se ha caracterizado por abanderar proyectos de transformación final, como son la envasadora de aceite, almazaras conjuntas, laboratorios de aceites y vinos, bodegas de crianza, embotelladoras... Esta gestora de subproducto vitivinícola sin duda significa un esfuerzo más por cerrar el ciclo productivo de la uva desde la perspectiva del desarrollo sostenible.