El caso Gescartera quedó ayer visto para sentencia después de tres meses y 40 sesiones de juicio oral, en el que han declarado más de 14 imputados, un centenar de testigos y más de una decena de peritos para llegar al veredicto final, que no se conocerá hasta abril.

La presidenta del tribunal de la Audiencia Nacional, Carmen Paloma González, reconoció que el proceso ha sido "complejísimo", ya que afecta a más de 1.600 clientes y supone un agujero patrimonial de 50 millones de euros. La magistrada indicó que el tribunal se "tomará tiempo" para hacer justicia y "dar a cada uno lo suyo".

En su último turno de palabra, Antonio Camacho, el principal implicado, indicó que hizo hasta el último esfuerzo para reflotar Gescartera porque era un "proyecto viable" para convertirse en "uno de los grandes grupos financieros de España".