La compañía de telefonía móvil Vodafone ha tenido que devolver los más de 8.000 euros facturados a un usuario en sólo 48 horas por conexiones a internet a través de su filial en Portugal, tras una denuncia presentada por la organización de consumidores FACUA a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. Según informa hoy FACUA en un comunicado, la compañía había ofertado al sevillano Sergio B.D. su tarifa plana 3G sin límite de descargas pero no le había advertido de que, aunque estuviese activo el servicio, el precio (39 euros más IVA al mes) no sería respetado fuera de España.

FACUA denuncia que el contrato suscrito con Vodafone "no aclara las condiciones del servicio", ni en la tienda se informó al cliente de las limitaciones geográficas de su tarifa plana de acceso a Internet. Por ello, esta organización interpuso una reclamación a Vodafone argumentando que las cantidades facturadas en concepto de roaming-Internet entre el 29 de abril y el 1 de mayo no respondían a las condiciones ofertadas al usuario. La compañía pretendía cobrar 5 euros (siempre más IVA) por cada Megabyte descargado en conexiones con Internet vía Vodafone Portugal.

FACUA asegura que inicialmente la compañía se negó a cancelar la factura e incluso "Vodafone y una empresa de gestión de cobros, Tacit & Asociados, amenazaron a Sergio B.D. con incluirlo en un registro de morosos y llevarlo a los tribunales si no pagaba". Tras denunciar el caso ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, Vodafone ha emitido una factura de rectificación de 8.016,09 euros. En enero de 2007, FACUA hizo público otro suceso similar por el que esta misma compañía tuvo que anular una factura de cerca de 4.000 euros por una tarifa plana de acceso a internet desde Francia.

Asimismo, el pasado mayo FACUA dio a conocer el caso de un cliente de Orange al que esta empresa pretendió cobrar casi 20.000 euros en llamadas y mensajes internacionales y en roaming que no se habían producido.

La asociación logró que la compañía anulase la facturación tras poner de manifiesto que no sólo no coincidía con el consumo real del usuario, sino que éste ni siquiera había viajado fuera de España. Según FACUA, además, muchas de estas llamadas aparecían en los recibos como si se hubiesen efectuado de forma simultánea, al tiempo que aparecían SMS enviados cuando supuestamente se estaba manteniendo una conversación.