El 2016 se presenta como un buen año para invertir en bolsa. Eso es al menos lo que afirman los analistas de las firmas que operan en el mercado (y por tanto interesadas en captar inversores). Sin embargo, advierten de que será un ejercicio de nuevo marcado por la volatilidad y no exento de riesgos que suponen una amenaza a que sus previsiones se hagan realidad, particularmente la inestabilidad política en el caso español. Es decir, un terreno peligroso para los pequeños ahorradores sin experiencia bursátil y más propicio para quienes tengan cierto conocimiento y sobre todo dinero que no vayan a necesitar a medio plazo.

Los expertos estiman que el Ibex 35 tiene un potencial de revalorización de entre el 7,7% y el 24% en el ejercicio, según lo optimista o pesimista de la compañía que se consulte. De media, las previsiones apuntan a que el selectivo español acabará el ejercicio en torno a los 11.500 puntos, lo que supondría una subida de en torno al 15% respecto a los 9.544,2 puntos en que cerró el 2015. En cualquier caso, conviene recordar que los analistas también esperaban un buen curso bursátil en el 2015, con subidas de entre el 10% y algo más del 20%, y finalmente el índice cerró con una caída del 7,15%, su peor registro desde el 2011 (13,11% de retroceso) y tras dos años de subidas.

El comportamiento del selectivo español en el 2015 no fue tan malo como el del griego (24,3%), pero fue el peor de los grandes índices europeos. El italiano subió el 12,66%, por delante del alemán (9,56%) y el francés (8,5%), mientras que el británico cayó menos (4,9%) y los estadounidenses cerraron prácticamente en tablas, dando muestras de agotamiento después de seis años de subidas (el mayor ciclo alcista desde la II Guerra Mundial).

MARGEN DE ERROR

¿Conviene fiarse ahora a ciegas de las previsiones? “Cuando calculas el valor de algo, aplicas unas hipótesis y de manera sincera llegas a una conclusión. Tienes que considerar un margen de error, que nosotros cuantificamos en el 15%. Todo aquello con un margen de subida inferior al 15% no debes comprarlo”, ha admitido y advertido Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter.

Hay dos hechos diferenciales que explican el peor comportamiento de la bolsa española el año pasado que siguen presentes. El primero es la exposición de muchos de sus grandes valores a Latinoamérica en un momento en que la región presenta problemas. El otro es la incertidumbre y posterior inestabilidad política que ha provocado un año cargado de elecciones, que se han visto agravadas por la perspectiva de una repetición de las elecciones en España y Catalunya. "La incertidumbre política implícita pesará sobre la confianza de consumidores y empresas y, en última instancia, sobre las perspectivas económicas", ha sostenido Goldman Sachs.

"En una situación como la actual, los inversores deben extremar la precaución en la renta variable española. Hay una serie de sectores que conviene evitar hasta tener una mayor visibilidad sobre los resultados. Principalmente hablamos de aquellos fuertemente regulados, como el eléctrico, gasista o empresas de infraestructuras como AENA; la industria financiera, dado que el programa político de algunos partidos incluye mayores impuestos en los productos de inversión; el consumo, dado que en una situación de inestabilidad política vemos factible que se pospongan las decisiones de compra y se potencie más el ahorro; y por último, el inmobiliario y constructor", ha advertido Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult.

RAZONES PARA INVERTIR

¿Por qué entonces invertir en bolsa? Primero porque los bajos tipos de interés siguen haciendo que la renta fija sea una alternativa poco atractiva, por la baja rentabilidad de los depósitos y el desinflamiento de la deuda pública, salvo para los inversores conservadores. Además, al contrario de otras bolsas que alcanzaron hace tiempo los niveles alcanzados antes de la crisis, el Ibex 35 está todavía un muy por debajo (cerca de un 80% del máximo del 2007, aunque ese nivel se considera hoy inflado e inalcanzable).

Cuenta, asimismo, con vientos de cola: una previsión de crecimiento económico mayor que la eurozona (2,7%), unas valoraciones de las acciones por debajo de la media europea y estadounidense y por tanto con más recorrido al alza, las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo, y la posibilidad de que la inversión fluya de Estados Unidos a Europa por la distinta política monetaria y la elevada cotización de Wall Street. Los expertos, eso sí, aconsejan valores defensivos y esperar a que el Ibex 35 baje más, a entre 8.000 y 8.800 puntos, para entrar.