Seat sigue sujeta a todo tipo de incertidumbres sobre su futuro. La principal compañía española del sector de la automoción vuelve a verse salpicada por la crisis que atraviesa su propietaria, la multinacional alemana Volkswagen. Ayer resonaron de nuevo amenazas sobre su continuidad como primer accionista. La primera consecuencia de los relevos al frente del consorcio automovilístico será la aprobación, mañana, de sustituciones en el equipo directivo de la firma.

Las incógnitas sobre la filial de Volkswagen son cíclicas. La prensa alemana volvió a elevar este rumor constante a la categoría de noticia. Según publicará mañana la revista Automobilwoche , el nuevo presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, estudia desprenderse Seat.

Mientras, unas 20.000 personas procedentes de las empresas de todos los rincones de Bélgica se manifestaron ayer en Bruselas en apoyo de los empleados de la filial de Volkswagen de Forest, en la periferia de Bruselas. El grupo automovilístico alemán ha decidido repatriar la producción de Golf a las fábricas alemanas de Wolfsburg y Mosel, lo que condena al paro a cerca de 4.000 personas, tres cuartas partes de la plantilla de una fábrica rentable.