Hay que remontarse a la crisis de 1993 para encontrar un año en el que Seat haya perdido más dinero que en el 2009. La marca española registró en el ejercicio pasado un resultado neto negativo de 186,5 millones de euros, el más abultado desde el récord de 902 millones de pérdidas de 1993 y similar a los 177 millones de 1994. El presidente de Seat, James Muir, aseguró que el grupo alemán ha apostado de nuevo por la filial española con más inversiones, aunque dejó claro que no sabe hasta cuándo durará la paciencia del propietario. ¿Es esta la última oportunidad para Seat? Muir no quiso pronunciarse, pero admitió que la marca española "no ha estado a la altura durante mucho tiempo y tiene un alto historial de incumplimientos desde que Volkswagen se hizo cargo de ella", en un grupo ganador que ha capeado la crisis con beneficio.

"Volkswagen necesita --indicó el presidente-- una marca latina como Seat, y en el mercado hay espacio para ella. Pero Seat es todavía un puzzle no resuelto". A diferencia de otros presidentes anteriores, Muir presume de tener contrato con Seat y de estar plenamente implicado en garantizar el futuro de la marca. "Si se hunde Seat --afirmó--, yo me hundo con ella".

El punto de partida es la peor encrucijada desde la crisis de 1993, cuando el mantenimiento de Seat estuvo en entredicho. Los 186,5 millones de resultado negativo neto son un espejismo, puesto que detrás hay una cifra todavía mucho peor: la actividad de Seat generó unas pérdidas operativas de 391 millones, que si se tienen en cuenta las filiales del grupo, bajan a 339 millones.

La mejora se produce gracias a los 81 millones de dividendo de la filial comercial y de la fábrica de Volkswagen en Navarra así como al efecto fiscal positivo de la consolidación de todo el grupo en España.

DOS AÑOS DE TRANSICION El vicepresidente de finanzas, Dieter Seemann, matizó que recibieron un fuerte impacto por las amortizaciones como consecuencia de dejar de producir los modelos Toledo, Córdoba y el Ibiza viejo, así como por la decisión del grupo de seguir invirtiendo para preparar la salida de la crisis. Las inversiones pasaron de 478 millones en el 2008 a 397 en el 2009. El plazo que tiene Muir y la nueva dirección que tomará posesión del cargo en abril para dar la vuelta a los resultados de Seat es de cinco años. Los próximos dos ejercicios serán "de transición", según el presidente, hasta lograr un aumento de ventas de las 303.230 del 2009 a medio millón. Un primer paso será un aumento de ventas y producción del 10% este año.

AHORRO CON LOS ERE Por otra parte, la aplicación de expedientes de regulación de empleo (ERE) de carácter temporal junto con la congelación salarial aplicada en el 2009 permitió a Seat reducir sus gastos de personal en 45 millones, al pasar de 488 en el 2008 a 443 en el 2009. La parte más importante del ahorro (32 millones) se logró en el capítulo de sueldos como consecuencia de dejarlos sin aumento y por pagar solo un complemento de la prestación de paro a los empleados durante los días con su contrato suspendido.