La planta de Volkswagen en Landaben (Navarra) volverá a la actividad el próximo lunes 27 de abril tal y como la compañia había anunciado hace unos días a los trabajadores. En ese regreso, rodeado de las pertinentes medidas de seguridad sanitaria para todos los empleados, se pondrá de manifiesto una pequeña reducción de ritmo productivo hasta que se normalice la demanda.

La recuperación del mercado y la necesidad del levantamiento del confinamiento para animar a los clientes a volver a los concesionarios hace que los pedidos se resientan en los próximos meses. Desde la central de Wolfsburg ya comunicaron a la dirección de la planta que deberá rebajar su volumen de producción este año. De los 306.645 coches que estaba previsto inicialmente producir para 2020 se pasará a 253.714, cerca de 53.000 vehículos menos.

Tras reunirse con los representantes de los trabajadores, la compañía ha señalado que la nueva reducción del programa de producción "posibilita a la fábrica retomar la fabricación de manera más gradual y reorganizar las primeras semanas de producción". Durante las primeras cuatro semanas de producción se ralentizará el ritmo.

Desde UGT señalaron que de las 25.000 ordenes previstas las próximas semanas se han reducido 7.000, por lo que esta reducción conlleva retocar la organización establecida. Esta medida también permitirá un reinicio más pausado de la actividad. Según los sindicatos esta reducción "se fundamenta en la incertidumbre sobre los pedidos, la apertura de concesionarios y el colapso en las campas".