La crisis del sector de la automoción hace mella también con fuerza en las industrias del centro y el norte de Europa. La marca escandinava Volvo y la alemana Daimler anunciaron ayer fuertes recortes de ocupación y el grupo francés PSA Peugeot Citroën reconoció que las ventas mundiales cayeron casi un 5% el año pasado.

El fabricante de vehículos pesados sueco Volvo anunció el despido de 1.020 empleados en sus plantas de producción de camiones de Tuve y Umeaa debido a la baja demanda en Europa. Es la segunda vez que estas medidas afectan a la división de camiones, la más importante, que ya despidió a 1.400 empleados en septiembre.

En Alemania, Daimler, propietario de Mercedes-Benz y Smart, redujo de cinco a cuatro días la jornada semanal de 35.000 empleados, la quinta parte de su plantilla alemana, para adecuar la producción a la demanda.

La caída de ventas también afectó a PSA Peugeot Citroën. Sus cifras cayeron el 4,9% en el 2008, lo que representa un total de 3.260.000 unidades menos, aunque el grupo mantuvo su cuota de mercado mundial en el 5%, anunció ayer la firma.