Vueling vivió ayer uno de los peores días de su historia. A primera hora de la mañana, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicó la exclusión temporal de la cotización del valor en bolsa hasta que la empresa no aportase más información sobre su situación. Y la respuesta no llegó hasta casi medio día más tarde, con una comunicación en la que Vueling anuncia una revisión de sus cuentas, la cancelación del crédito fiscal que provocará que las pérdidas acumuladas hasta el primer semestre del 2007 sean de 49 millones de euros (en lugar de los 27 declarados el 10 de agosto). Las nuevas previsiones de crecimiento incluyen la posibilidad de una caída de resultados operativos de 10 millones al cierre del año. En definitiva, más pérdidas, que dibujan un escenario difícil para la compañía.

En su comunicado a la CNMV, Vueling explica que ayer se reunió el consejo de administración y, a propuesta de la comisión de auditoría, decidió cancelar el crédito fiscal por pérdidas, que tenía registrado hasta el 30 de junio del 2007. Se trata de un mecanismo que, para ayudar a las empresas que comienzan, les permite compensar los impuestos de los beneficios futuros con las pérdidas del presente.

Vueling atribuye sus actuales dificultades a menos ingresos por billete por pasajero y a una caída del coeficiente de ocupación, así como a una reducción del ritmo previsto en las ventas en el cuarto trimestre.