La Comisión Europea autorizó ayer a Iberia a comprar la compañía de bajo coste Nueva Vueling, resultante de fusión de Vueling y Clickair, pero impuso la condición de que las antiguas compañías cedan gratuitamente a la competencia derechos de aterrizaje y despegue en 19 rutas españolas y europeas.

Iberia tendrá el control de la nueva aerolínea fusionada con un 45% del capital y sin la cesión de las rutas impuesta por la UE se produciría la creación de un monopolio sobre esas rutas utilizadas por unos 5 millones de pasajeros cada año, según el análisis de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes.

Los derechos de aterrizaje y despegue que deberán ceder Vueling y Clickair tienen su origen sobre todo en los aeropuertos de Barcelona, Madrid y Bilbao. Esas rutas equivalen a más de 150 vuelos semanales (ida y vuelta), según las estimaciones del Ejecutivo comunitario.

"Mi prioridad es garantizar que la fusión de líneas aéreas no se traduzca en precios más elevados y en servicios reducidos, de forma que los consumidores puedan seguir disfrutando de los beneficios de la liberalización del transporte aéreo en la UE", dijo la comisaria Kroes.