Seat vuelve a ser motivo de preocupación en el cuartel general de Volkswagen. La filial española acumuló en los nueve primeros meses del año unas abultadas pérdidas de 228 millones, lo que supone multiplicar por 7,5 las que tenía en el mismo periodo del 2008. El responsable de finanzas de VW, Hans Dieter Potsch, intentó disculpar a la compañía al atribuir el peor resultado de todas las marcas del grupo al impacto que ha tenido en las cuentas de Seat el desplome de las ventas en España, pero dejó claro que tomarán medidas si la firma no es rentable a medio plazo.

El único consuelo que le queda a Seat es que ha incrementado los ingresos por coche de 13.903 euros en el 2008 a 14.289 este ejercicio, a pesar de los descuentos que ha hecho para defender su tercera posición en el mercado español.

El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, destacó que el grupo ha conseguido mantener estable su cifra de ventas en un mercado mundial que cae el 12% gracias a estar "bien posicionados con una estrategia multimarca".