La apertura a la baja de Wall Street y las continuas pérdidas de la jornada que arrastran al índice a una nueva caída superior al 3%, lleva a las bolsas europeas a mínimos en ocho años. Al menos ese es el caso de Ibex 35 español que cae por debajo de los 7.300 puntos, mínimos desde agosto del 2012. Los mercados europeos han batallado durante toda la jornada para mantenerse en positivo, pero la apertura de Nueva York ha impedido la recuperación. Descensos de 3% se han instanaldos en los grandes mercados continentales. La ausencia de un paquete de estímulo económico por parte del gobierno de EEUU y un informe de Goldman Sachs vaticinado una enrome caída de los resultados de los bancos han acabado pesando sobre el ánimo de los inversores a ambos lados del Atlántico.

En el 'parquet' neoyorquino cotiza el escepticismo sobre el plan de estímulo del presidente Donald Trump para combatir el brote de coronavirus. Las expectativas de que Trump anunciara medidas de estímulo "importantes" ayudaron a Wall Street a recuperarse el martes de una venta masiva a principios de la semana, ya que una caída en los precios del petróleo agravó los temores de una recesión global.

Mientras Trump se reunió con sus colegas republicanos en el Senado de los Estados Unidos el martes y discutió un recorte de impuestos sobre las nóminas, no se han anunciado medidas concretas. Cualquier plan que presente la Casa Blanca deberá ser aprobado por ambas cámaras del Congreso de los EE UU. "Esto tiene que ser un esfuerzo coordinado", dijo Kim Forrest, director de inversiones de Bokeh Capital Partners en Pittsburgh, citado por Reuters. "El presidente no puede actuar unilateralmente. Necesita el Congreso, que es el brazo financiero del gobierno". La rápida propagación del virus ha impulsado a los bancos centrales y a los gobiernos a implementar medidas para amortiguar sus consecuencias. El Banco de Inglaterra se convirtió en el último banco central en reducir las tasas de interés.

CAÍDA DE LA BANCA EUROPEA

A esa situación se suma un informe del banco de inversión Goldman Sachs que afirma que el efecto económico del coronavirus será mayor de lo que esperan los mercados. Y una des sus manifestaciones será los bancos europeos verán caer sus beneficios en unos 30.000 millones de euros entre el 2020 y el 2023, lo que supone alrededor de un 7% de las ganancias del sector, como consecuencia del impacto del brote del coronavirus, incluyendo un impacto negativo de 16.000 millones para las entidades de la zona euro, de los que aproximadamente 3.900 millones corresponderían a los bancos de España y Portugal.

"Incorporamos los pronósticos macro más recientes de nuestros economistas, reflejando en nuestras estimaciones un impacto más prolongado del brote de Covid-19 en Europa", señalan los analistas del influyente banco de Wall Street. En este sentido, Goldman Sachs considera que los principales factores responsables de esta peor evolución de los resultados de la banca europea serán el mayor riesgo de crédito y las peores perspectivas de ingresos, mientras que los costes se mantendrán prácticamente estables.

En concreto, Goldman Sachs prevé un impacto negativo en el beneficio de la banca europea de 10.400 millones de euros en el 2020, que pasaría a ser de 7.900 millones en el 2021 y de 6.000 millones en el 2022, para reducirse hasta los 5.900 millones de euros un año después.

Asimismo, la entidad estadounidense anticipa un impacto negativo de unos 40.400 millones entre 2020 y 2023 en los ingresos del sector en Europa. En este sentido, en 2020 la cifra de negocio de la banca se vería reducida en unos 8.100 millones y en 10.900 millones un año después, con un impacto negativo de 10.500 millones en 2022 y de 10.900 millones en 2023.