La Navidad no ha traído regalos a los mercados, sino más bien carbón. Todos los indicadores bajaron más de un 2% y el S&P 500 finalmente se quedó al borde del mercado bajista en una jornada de media sesión en la peor Nochebuena que se recuerda en Wall Street y el más nefasto diciembre desde la Gran Depresión. Una tendencia que ha contagiado a otros parquets, con mención especial para el de Tokio.

El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street descendió un 2,91%, 653,17 puntos, mientras que el selectivo S&P 500 bajó un 2,71%, o 65,52 unidades, el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió un 2,21%, o 140,08 enteros.

Si bien los inversionistas llevaban semanas de intranquilidad por los síntomas de desaceleración del crecimiento económico a nivel internacional y las tensiones comerciales de EEUU con China, a sus preocupaciones se sumaron el cierre del Gobierno estadounidense por falta de un acuerdo presupuestario entre los republicanos y los demócratas.

El presidente Donald Trump llegó a compadecerse de sí mismo por estar «completamente solo» en la mansión presidencial y se desahogó por Twitter ante la situación: «Estoy solo (pobre de mí) en la Casa Blanca esperando que los demócratas vuelvan y hagan un trato para la seguridad de la frontera, necesaria desesperadamente. Si, en algún momento, los demócratas no quieren llegar a un acuerdo, le costará a nuestro país mucho más dinero que el muro fronterizo. ¡Qué locura!».

ACUSACIONES DE TRUMP / Hay mucho nerviosismo en los mercados pero también en la Casa Blanca, desde donde Trump echa la culpa al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, de la situación de los mercados, después de que con Fed Trump presumiera de que gracias al nuevo Gobierno Wall Street no paraba de ganar dinero.

Trump consideró ayer que «el único problema» de la economía estadounidense es la Fed porque ese organismo «no tiene tacto con el mercado» y tampoco «entiende» las disputas comerciales en las que está inmerso el país. Fue ya un ataque directo a Powell, al que no puede cesar de forma presidencial.

Tal es la situación en la Casa Blanca que el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin habló el fin de semana por teléfono con los directores de los seis principales bancos estadounidenses en un intento por ofrecer tranquilidad a los mercados Mnuchin les dijo que convocará una reunión de reguladores financieros para discutir formas de garantizar «las operaciones normales del mercado».

Todo esto genera más temores entre los inversionistas. Un dato relevante: por tercer día consecutivo, más de 2.600 acciones cotizadas en la Bolsa de Nueva York alcanzaron mínimos de 52 semanas, lo que refleja una gran cantidad de ventas como no se han visto en el mercado desde el punto más alto de la crisis financiera de hace una década. Los nubarrones ya han llegado a Wall Street, y eso a pesar de que la economía de EEUU va viento en popa. Pero o Trump resuelve asuntos como el cierre de la Administración y sus tensas relaciones comerciales con China o los mercados pueden acabar arrastrándolo todo, después de esta ya negra Navidad.

NERVIOSISMO EN ASIA / El nerviosismo de Wall Street se extendió ayer a la Bolsa de Tokio, que cayó más de un 5% al ??cierre de la sesión. El Nikkei terminó con un desplome del 5.01%, hasta los 19,155.74 puntos, el nivel más bajo en 20 meses. Perdió más de 1.000 puntos, su peor declive desde el 6 de febrero del 2018, en un contexto de fuerte fortalecimiento del yen, refugio seguro, que sirve a los grupos de exportación.

El Nikkei, que creció casi los 25.000 puntos en octubre, ha perdido más del 20% desde esa fecha. Y coloca al índice en la categoría de «mercado deprimido». «No esperaba que el mercado colapsara tanto», confiesa Makoto Sengoku, analista del Tokai Tokyo Research Institute.