Ayer podía haber sido un buen día pero alguien se encargó de estropearlo. La bolsa española comenzó la jornada con buena cara y los inversores la hicieron subir un 2% animados por el rescate del banco belga KCB y por el buen comportamiento de la Bolsa de Nueva York el día anterior. Pero pronto llegaron las malas noticias de Wall Street y las sombrías estadísticas de EEUU. Entre todos terminaron arrastrando al Ibex 35 hacia el lado negativo.

La subida que logró el miércoles Nueva York y las ganas de no protagonizar una cuarta jornada de pérdidas impulsaron a los inversores hacia el optimismo, no solo en el mercado español sino en los asiáticos comenzando por el de Hong Kong, que pudo cerrar al alza. Pero momentos después de abrir Wall Street y conocerse el deterioro del mercado laboral estadounidense junto a los malos datos del sector de la construcción es este país, se provocó el desánimo en todas las bolsas europeas. Por si no fuera suficiente, Microsoft hizo público un descenso del 11% en su beneficio neto.

En Europa, Nokia también reconoció que sus resultados habían sido malos en el cuarto trimestre del año pasado. La suma de estas noticias provocó el cierre en negativo de todas las plazas continentales incluida la española, que estuvo a punto incluso de perder el nivel de los 8.100 puntos. Telefónica se dejó un 1,42%, afectada por los malos resultados de British Telecom, y los grandes bancos también registraron pérdidas.

El peor comportamiento lo tuvieron Cintra y Mapfre que retrocedieron el 8,9% y el 4%, respectivamente. Solo nueve valores del Ibex 35 se salvaron de la quema, entre los que se encontraba Repsol, a pesar de que el precio del barril de petróleo Brent bajó a 44 dólares. En este lado del marcador se situaron también Banesto, que lideró las ganancias con un repunte del 2,37%, Sacyr Vallehermoso (con un avance del 1,69%) y Enagás y Abertis que subieron ambos valores por encima del 1%.