El correctivo de la Unión Europea (UE) a la política económica del Gobierno español ha cambiado algunas cosas en el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero no todas. Así se evidenció ayer en la sesión de control del Congreso al Ejecutivo, en la que el líder socialista, en respuesta a una pregunta del presidente del PP, Mariano Rajoy, confirmó de nuevo que prepara para el 2011 más incrementos impositivos, aunque sin concretar a quienes afectarán, pero sí que insinuó que se dirigirán a las rentas altas.

La parte del nuevo discurso consistió en lanzar un nuevo compromiso heroico al estilo del "impulsaré la austeridad y las reformas me cueste lo que me cueste" del último debate del estado de la nación. "Si hay que pedir nuevos esfuerzos a los españoles, lo haré", dijo Zapatero ante la insistencia de Rajoy por conocer sus planes futuros. No satisfecho, el dirigente conservador, que ha defiende la necesidad de rebajar los tributos para estimular la actividad, le exigió más concreción.

Pero solo logró --y ahí es donde siguen los viejos vicios-- una alusión a que los damnificados serán "aquellos que tienen una alta capacidad económica". La primera vez que se refirió a ello mencionó a "los que más tienen". El presidente del Gobierno dijo que ese aumento de la presión fiscal estará recogido en los presupuestos del 2011, que ya prepara el Ministerio de Economía cara a su negociación parlamentaria en septiembre. Y nada más, de momento.

La Generalitat catalana fue la primera Administración en iniciar esa senda fiscal para rentas altas. Sus contribuyentes con rentas a partir de 120.000 y 175.000 euros pagarán el 45% y el 47%, en lugar del máximo del 43% por el que tributan los ingresos anuales a partir de los 53.407,20 euros. Una medida que otras comunidades, como Extremadura, Andalucía (para rentas por encima de 80.000 euros) o Asturias ( a partir de 90.000 euros) han emulado.

En la UE, el Reino Unido, con el gobierno laborista aún al frente, aprobó un tipo del 50% para ingresos superiores a unos 175.000 euros, mientras que Portugal subió el IRPF a todos los contribuyentes, pero en mayor medida a las rentas altas.