José Luis Rodríguez Zapatero, ha salido hoy al paso de las críticas de los sindicatos a la propuesta del Gobierno de reforma laboral y ha asegurado que el documento que se aprobará el miércoles en el Consejo de Ministros "equilibra" los intereses de los trabajadores y de los empresarios. Zapatero ha dicho que el documento es fruto del "diálogo" con los agentes sociales y de un "intenso trabajo", y ha recordado que también ha escuchado críticas de la CEOE para justificar su teoría -contraria a los sindicatos, que ya preparan una huelga general- de que el texto no beneficia más a los empresarios que a los empleados.

El jefe del Ejecutivo ha destacado las bondades que, a su juicio, tendrá la reforma en el mantenimiento de los puestos de trabajo en momentos de crisis económica y en mejorar la situación de precariedad contractual que viven actualmente numerosos trabajadores. También ha subrayado que las nuevas medidas favorecerán, a largo plazo, la movilidad laboral.

Los derechos de los trabajadores

"La reforma mantendrá la red de derechos de los trabajadores y permitirá a las empresas adaptarse a las circunstancias negativas sin tener que eliminar puestos de trabajo", ha afirmado Zapatero en la rueda de prensa posterior a su encuentro en la Moncloa con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas. El líder socialista ha recordado la "anomalía" actual de la ley que ha derivado en que se utilice la fórmula del despido disciplinario para justificar lo que, en verdad, son reducciones de plantilla vinculadas a problemas económicos en las empresas.

El presidente ha opinado que si se vuelve a crear empleo neto y se consigue que este sea más estable, los dos principales objetivos de la reforma laboral, se generará una "confianza" básica para recuperar la senda del crecimiento económico.