José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, aprobó con un notable su primera comparecencia en la Reunión del Círculo de Economía de Sitges (Barcelona). Ante un auditorio formado básicamente por empresarios y ejecutivos, presentó sus propuestas económicas, que combinó con una contundente crítica de la gestión del Gobierno del PP.

Zapatero recibió, al final de su discurso, la ovación más entusiasta y prolongada de todas las producidas durante las jornadas.

Tras autodefinirse como socialdemócrata, Zapatero apeló a la necesidad de "reinventar el gobierno de lo público, cambiando muchos modelos de gestión". "Los últimos años nos han enseñado que no es bueno que el Estado acumule mucha grasa. Lo hace pesado e ineficiente. Debe adelgazar, pero sin perder músculo, más bien ha de ganarlo".

GASTO FISCAL EN EMPLEO

Zapatero propone crear una oficina presupuestaria que dependa del Congreso, así como una agencia de evaluación del gasto público. Puso como ejemplo la conveniencia de analizar el resultado del gasto fiscal en apoyo al empleo estable --casi 6.000 millones de euros, un billón de pesetas-- en los últimos años.

Zapatero se refirió a la mundialización como una "gran oportunidad para el desarrollo de los pueblos", aunque advirtió de que "comporta gravísimos riesgos" como la inseguridad. En ese apartado incluyó los accidentes laborales, los de tráfico y los problemas medioambientales.

El análisis que Zapatero hizo de la situación económica española estuvo en las antípodas del que 24 horas antes había hecho José María Aznar. Reconoció que ha habido un crecimiento económico, pero de "calidad baja". A su juicio, en lugar de basarse en un aumento de la productividad y en inversión en investigación y desarrollo se ha apoyado en el consumo interno, la bajada de los tipos de interés, los bajos salarios y la precariedad laboral.

LAS AYUDAS COMUNITARIAS

Y recordó que la mitad del crecimiento de los últimos años responde a los fondos procedentes de la Unión Europea. Zapatero advirtió del riesgo que supondrá la desaparición de estas ayudas con la ampliación de la UE, una cuestión sobre la que, dijo, el Gobierno no ha hecho ningún planteamiento de futuro.

Acabó su intervención con una declaración de principios: "Si llego a la presidencia del Gobierno, siempre estaré dispuesto a escuchar, y a rectificar mis políticas y mis planteamientos".